Se sigue debatiendo sobre cuando llegaron los primeros seres humanos a la actual California.
Los grupos étnicos californianos del amplio Valle Central y las colinas que lo rodean desarrollaron una temprana agricultura, basada en la quema de los pastizales para fomentar el crecimiento de plantas silvestres comestibles, especialmente robles.
Las bellotas de estos árboles fueron machacadas en un polvo, ácido y el tanino lixiviado para hacer harina comestible.
Los primeros asentamientos fueron la Misión de San Bruno y la Misión Nuestra Señora de Loreto Conchó;[2] eventualmente desde Nueva España se mandó a fundar asentamientos como San Francisco, La Paz, Monterey y Los Ángeles, entre otros muchas.
España inicialmente centró su atención en las posesiones imperiales de México, Perú y Filipinas.
Las otras potencias coloniales de la época, con su interés en zonas más densamente pobladas, prestaron poca atención a esta parte lejana del mundo.
Sobre el mismo tiempo, Hernán Cortés fue atraído por las historias de un país maravilloso ahora hacia el noroeste, pobladas por mujeres amazonas y con abundancia de oro, perlas y piedras preciosas.
Acompañaban a Cabrillo, marineros, soldados, nativos, un sacerdote, alimentos para dos años, animales en pie y mercancías.
Cabrillo comandaba la pequeña flota a bordo del San Salvador, buque insignia que él mismo construyó.
El día 13 del mismo mes descubrió la bahía de Magdalena, a la que nombró como tal.
A causa de los fuertes vientos contrarios, las naves regresaron y se resguardaron en la isla de San Miguel frente a San Buenaventura, no pudiendo avanzar al norte durante varios días.
Se cree que sus restos fueron sepultados en la isla Santa Catalina, frente a la ciudad de Los Ángeles.
Punta Mendocino se encuentra cerca del límite norte de California, así que es probable que la expedición traspasara los límites y llegara hasta el vecino estado de Oregón.
Para apoyar el desarrollo agrícola y ganadero del área, los españoles apoyaron el establecimiento de ranchos (latifundios) concedidos gratuitamente, que abarcaban grandes extensiones, pero no tenían muchos habitantes.
En 1821, California se convirtió en una de las tres provincias interiores que tenía México al norte de Río Grande junto a Texas y Nuevo México, cuando este país obtuvo su independencia.
Casi inmediatamente los rebeldes permitieron la ocupación de éste por las fuerzas estadounidenses que estaban en guerra con México; aun así en la Alta California se produjo una de las pocas victorias mexicanas (San Pascual).
Ese mismo año se descubrió oro en California, más exactamente en un sitio llamado Coloma dentro del ejido del Sutter's Mill (Molino de Suter), actual Sacramento, y llegaron muchas personas al nuevo territorio estadounidense para buscar oro y probar suerte.
Durante algún tiempo se apoyó la idea de dividir al estado en dos: uno esclavista y otro "libre."
El escenario estaba listo para una guerra entre las fuerzas políticas y sociales de Estados Unidos California impuso en 1854 un nuevo impuesto para los extranjeros que no podían acceder a la naturalización, estando ésta reservada a las “personas libres y blancas”.
La población continuó creciendo, pero pronto una histeria amarilla se hizo presente en el estado.
En 1882 el número de inmigrantes asiáticos fue limitado por varias actas que discriminaban especialmente a la población china.
Durante las primeras tres décadas del siglo XX la economía local continuó creciendo a pasos agigantados.
Hollywood empezó a ser un centro de filmes comerciales en ese tiempo.
Los Ángeles y otras ciudades se beneficiaron de las rutas del ferrocarril.
Ni la depresión pudo acabar con el crecimiento demográfico del estado, ahora alimentado por gente sin empleo.
En el transcurso del conflicto se encarceló a los ciudadanos de origen japonés como medida preventiva.
Ciudades como San Francisco se convertían en centros de grandes industrias tecnológicas en el Silicon Valley.
Actualmente California es considerada la sexta o séptima economía más grande del mundo.