Guerras civiles venezolanas
[1] Tras la independencia y la posterior disolución de la Gran Colombia en Venezuela no existía un gobierno fuerte con la autoridad y poder suficiente para garantizar el orden ni una idea de nación ni experiencia cívica.[2] Esto conllevó a un fenómeno de caudillismo y militarismo en que jefes político-militares locales fueron capaces de enfrentar y derrotar al gobierno central siguiendo sus intereses particulares e ideológicos junto a masas populares que los apoyaban al sentirse identificados con ellos.[3] Procesos similares se dieron en toda la América hispana tras el fin del dominio colonial español.[5] Durante la primera mitad del siglo el único personaje que logró convertirse en factor de relativa estabilidad fue José Antonio Páez gracias a su poder militar y solo su derrota en los campos de batalla terminó con su carrera política.Otras fuentes rebajan la cifra a 260 000 muertos en combates, más 62 000 por terremotos y pestilencias, sin contar los caídos en la Guerra Federal.[1] Debido a estas guerras el país se empobreció y sufrió un relativo estancamiento demográfico.En esos años los orientales, los llaneros y los corianos se disputaron la hegemonía en rápida sucesión.[20] Tras la victoria su victoria en 1899 se crea un moderno ejército nacional profesional que es capaz de someter a las milicias de llaneros, barloventeños, corianos y orientales que les salen al paso en la Revolución Libertadora.[23] Todos los caudillos pactaban con o luchaban contra cada gobierno, promovían revueltas locales o movimientos autonomistas y se involucraban en distintos bandos (según su interés momentáneo) en las rebeliones nacionales: contando con ejércitos leales garantizaban su preeminencia regional.[25][16] Sin embargo, en 1867 se formó una alianza entre conservadores y sectores liberales para apoyar la revolución de José Tadeo Monagas,[25] quien había utilizado el poder para beneficio personal junto a su hermano, José Gregorio, durante los años previos en que gobernaron.[16] Para encarnar esta nueva unión, amarillos y rojos eligieron el color central de la bandera: el azul.[25] A partir de la segunda mitad del siglo XIX los conservadores se identificaran con el color azul,[25] y los liberales, empezando con los partidarios del gobierno de Juan Crisóstomo Falcón,[25] siguieron utilizando el amarillo.[28] Ambos factores también estuvieron presentes en la Guerra Federal (1859–1863) y aún antes, en la Segunda República (1813–1814), cuando la incapacidad de las clases dominantes de cumplir con sus promesas y las aspiraciones del vulgo llevaran a violentísimas insurrecciones populares que devastaron Venezuela.La más antigua al mando de José Tomás Boves y la posterior dirigida por Ezequiel Zamora, dos caudillos que murieron en el camino por conseguir el poder.[29] En cambio, desde la fragmentación de la Gran Colombia hasta la Guerra Federal la figura dominante en Venezuela fue Páez, personaje clave en intentar imponer un régimen estable en el país.Nuevas rebeliones liberales, a menor escala, estallan en junio y septiembre de 1844.[30] Producida en septiembre de 1846, animada y dirigida por el liberal Ezequiel Zamora contra el presidente conservador Carlos Soublette.José Antonio Páez se convierte en el principal apoyo del gobierno y consigue pacificar el país para mayo de 1847.Quince días después Rodríguez y 1700 soldados son vencidos cerca de su ciudad por 2500 gubernamentales.[36] Este conflicto fue el más sangriento de todos los vividos, entre 20 000[38] y 100 000[10] vidas se perdieron.[40] En septiembre de 1867 el general Luciano Mendoza se alza en Bolívar contra Falcón, descontento con ese gobierno.El 6 de mayo se enfrentan en Las Adjuntas y cuatro días más tarde en Monte Caballería.Había reunido 52 barcos en Curazao, trayendo material para armar rápidamente un ejército de 18 000 rebeldes.[50] Guzmán Blanco marcha con 6000 soldados sobre Apure, pacificándola para inicios de 1871 y asegurando su poder.El rebelde divide su ejército en tres fuerzas y envía al general José Gregorio Cedeño con 2300 soldados a La Victoria, ahí se da la batalla decisiva el 6 de febrero.Tras este éxito Crespo pasó de movilizar pequeñas partidas a importantes contingentes en todo el país.[55] El 17 de junio Andueza Palacio renuncia a la presidencia y Tell Villegas queda como interino.El ejército rebelde rápidamente crece a 16 000 combatientes, mientras que el gobierno tiene 20 000, incluyendo milicias de caudillos leales.[60] Dos días después Andrade asume el mando personal de la guerra y Castro lanza una ofensiva coordinada contra Caracas.[61] Con 10 000 soldados, Castro entra en la capital el 23 de octubre[61][62] con los generales y caudillos Luciano Mendoza (liberal amarillo), Samuel Acosta y Luis Lima Loreto (nacionalistas liberales o "mochistas", es decir, fieles al caudillo José Manuel Hernández).