inició su carrera militar muy joven en 1858, al alistarse en las filas del ejército federal, bajo las órdenes del coronel Jesús de Jesús, Donato Rodríguez y posteriormente Zoilo Medrano, pasando finalmente a servir directamente a ascendiendo los generales Ezequiel Zamora, Juan Crisóstomo Falcón y Antonio Guzmán Blanco durante las fases finales de la Guerra Federal, siendo con el último de estos con el cual pasó a cosechar una muy estrecha amistad, siendo desde entonces la mano derecha y hombre más leal del gran caudillo.
[5] En febrero de 1892 estalló la Revolución Legalista comandada por Crespo, la cual pretendía evitar la continuidad en el poder del presidente Raimundo Andueza Palacio.
Las últimas gestiones presidenciales, habían dejado al país sumido en severos problemas económicos y la descomposición social brotaba por doquier, el resultado era que el «Ensayo de Civismo», iniciado por Antonio Guzmán Blanco, ahora se hallaba en una situación crítica, y por primera vez en más de dos décadas, el Liberalismo Amarillo se comenzó a debilitar.
Aun así, Crespo hizo el esfuerzo de incentivar la economía, especialmente a través del sector bancario, introducido previamente por el propio Guzmán Blanco, al fortalecerlo progresivamente y usarlo como aliado.
[7] Esto ocasiona que la oposición guzmancista vuelva a surgir, bajo el liderazgo de Manuel Antonio Matos, aconsejado desde París por su concuñado, el Ilustre Americano.
Crespo decide adelantarse a los acontecimientos y le propone al mismo Matos formar un nuevo Gabinete de entendimiento nacional.
El Ministerio de Matos solo llega a durar unos escasos 6 meses; fue desde su inicio, un intento para evitar una crisis política, buscando la “integración” efectiva del capital bancario nacional al aparato gubernamental crespista.
El cadáver de Crespo fue sacado soterradamente hacia Caracas, el enemigo abandonó el campo y se enteró del acontecimiento varios días después del suceso, ya embalsamado se le rindieran en Caracas los honores póstumos dignos de su jerarquía.
En 2013 descubrieron que sus restos fueron robados por presuntos afines al oscurantismo religioso y sectas de paleros.