Rosas apoyó al Partido Blanco durante el conflicto, ya que buscaba extender la frontera argentina a las áreas ocupadas por España durante el anterior Virreinato del Río de la Plata.Después aseguró el flanco sudeste al aliarse con Paraguay y Bolivia.Rosas dirigió ejecutivamente a la Confederación Argentina y fue el encargado de sus Relaciones Exteriores.El soberano paraguayo José Gaspar Rodríguez de Francia decidió que la mejor manera de mantener su independencia era aislar a Paraguay del contacto con el resto del mundo.Rivera fue el único que pudo escapar[17] a Río de Janeiro donde se mantuvo en exilio.Aunque el gobierno argentino era capaz de mantener una resistencia efectiva, la paz se acordó en 1849.Sin embargo, durante el gobierno Regencial en los 1830s, existieron varias rebeliones internas por disputas locales entre algunas provincias.Los demás ministros creían que una respuesta militar era la única manera de erradicar la amenaza.[34] El gabinete tomó una decisión riesgosa al no realizar reclutamientos para construir un ejército, lo cual sería costoso, y prefirieron utilizar su ejército existente para enviar contingentes a la zona sur para asegurar la región.El gobierno brasileño decidió crear alianzas regionales en contra de Rosas por lo que envió una delegación dirigida por Honório Hermeto Carneiro Leão, después el Marqué de Paraná, quien tenía autoridad completa.Fue asistido por José Maria da Silva Paranhos, vizconde de Rio Branco.[36] Realizar el tratado con Paraguay y su gobierno aislacionista fue más complicado, por lo que se convirtieron en el primer país en reconocer su soberanía[4] y establecieron excelentes relaciones diplomáticas convirtiendo al embajador brasileño en Paraguay en un consejero privado del Presidente Carlos Antonio López.Esto no complació al gobierno argentino, así que comenzó a movilizase para la guerra.Fueron seguidos por la provincia de Corrientes, gobernadas por Benjamín Virasoro, quien le envió el mismo mensaje,[44] por lo que Brasil apoyó y financió ambos levantamientos.Sabiendo que el ejército brasileño se acercaba y no tenía esperanzas de victoria, el 19 de octubre, Oribe ordenó a sus tropas rendirse sin luchar[36][44] y se retiró a su granja en Paso del Molino.[59] El ejército Aliado continuó su camino rumbo al punto de encuentro en Gualeguaichu, donde Urquiza y su caballería viajaron por tierra desde Montevideo, mientras su infantería y artillería eran llevadas en naves de guerra brasileñas en el Río Uruguay.[60] Desde Diamante, los contingentes cruzaron el río, desembarcando en Santa Fe, donde las tropas confederadas argentinas no ofrecieron ningún tipo de resistencia.Al día siguiente se desató una batalla entre ambos bandos, donde las tropas argentinas terminaron retirándose.Los Aliados contaban con un total de 26 000, conformados por 20 000 argentinos, 2000 uruguayos, 4000[66] soldados élite brasileños[67]; y 45 cañones.Las tropas lograron manejar y derrotar al ejército de Rosas en una batalla que duró gran parte del día.[36][66] El reporte oficial estima que cerca de 600 aliados resultaron heridos o muertos en el combate, mientras que los argentinos registraron 1400 soldados muertos o heridos y 7000 capturados.[70] Para marcar su victoria, las tropas Aliadas marcharon triunfantemente en las calles de Buenos Aires.[66] El triunfo en Caseros fue una victoria primordial para el Imperio de Brasil, la independencia de Paraguay y Uruguay fue asegurada y lograron detener la invasión argentina a Rio Grande do Sul.[72] Esto provocó un hito en la historia de la región, ya que no solo significó una hegemonía en la zona platina,[40][66] sino que como menciona el historiador J. F. Maya Pedrosa, generó una hegemonía sobre toda América del Sur.[29] La guerra de la Triple Alianza 18 años después sería solo una confirmación del dominio brasileño.La problemática Rio Grande do Sul participó activamente en el conflicto, lo que derivó en mayor identificación entre la población con Brasil, por ende una disminución el sentimiento separatista y una mejor inclusión al resto de la nación.[69] La estabilidad interna permitió a Brasil tomar un puesto en la escena internacional, coincidiendo paralelamente con el surgimiento de los Estados Unidos, quien establecía sus fronteras.Las naciones europeas encontraron en el Imperio de Brasil una excepción al mito del continente que vive afectados por guerras civiles y dictaduras cívico-militares.[77][78] Con la apertura del Río Platino, Paraguay encontró posible contratar técnicos europeos y especialistas brasileños para ayudar en su desarrollo.
Virreinato de Río de la Plata
en azul, y Brasil en verde. El virreinato se dividió en Argentina, Bolivia, Uruguay y Paraguay.
Prueba de una locomotora de la línea Mauá, 1856. La estabilidad interna ocasionada por la victoria hizo posible el desarrollo material del
Imperio del Brasil
.
Bartolomé Mitre
(foto de 1854) lideró a las fuerzas de Buenos Aires contra la Confederación Argentina hasta la reunificación del país tras su victoria en la
batalla de Pavón
de 1861.