Gregorio Salvador

Fue académico de la Real Academia Española durante 34 años, en donde ocupó el sillón q desde 1986 hasta 2020.

Licenciado en Filología Románica por la Universidad de Granada, cuando todavía era estudiante organizó con otros compañeros el primer homenaje a Federico García Lorca celebrado en la ciudad.

Publicó estudios literarios sobre poetas como Federico García Lorca, Blas de Otero, Miguel Hernández, Antonio Machado y Juan Ramón Jiménez.

Este informe pretendía evitar que tuvieran éxito las presiones ejercidas por la Comunidad Económica Europea sobre el gobierno español para que no fuese obligatorio incluir esta letra en los teclados comercializados en España.

No podía volver a presentarse, dado que los estatutos de la Real Academia Española no permiten que un hombre mayor de ochenta años se presente a cargo alguno.

Con todo, bajo el prisma de estos movimientos los idiomas «suelen trocarse, (...) intencionadamente, en símbolos y, convertido en símbolo el instrumento, resulta fácil humanizarlo»[7]​ y convertirlo en arma.

A su juicio, en España el castellano presta «un gran servicio a la interrelación [...] de todos los pueblos peninsulares, hablen o no hablen en su región una variedad románica o no románica que persista» y que «necesitan una lengua de relación que es el castellano».

En el tema del bilingüismo, señala que «la posibilidad del pluralismo lingüístico personal es siempre beneficiosa», pero se manifiesta contrario a desterrar a una lengua como el español, que según él es la lengua materna de más de la mitad de la población en todas las regiones bilingües.

Según Salvador, la fórmula utilizada por la ministra era una «vergüenza» y el hecho de que se explicase en la influencia recibida durante un reciente viaje a América del Sur resultaba «insultante, porque en América del Sur es, quizá, donde pueda producir más irritación una cosa de este tipo porque la atención, el cuidado y el mimo que suelen tener en la utilización de nuestra lengua común es generalmente superior al que se tiene en España», además de afirmar sobre la ministra que «casi nunca nadie está solo en su propia estupidez, siempre tiene acompañantes», haciendo referencia a que habrá más gente que utilice la fórmula de «miembras».

Destacan: En los últimos años, Gregorio Salvador empezó a publicar algunas obras de ficción que recibieron buenas críticas.

De izquierda a derecha, los filólogos Gregorio Salvador, Eugenio Coseriu , Francisco Marsá y Emilio Alarcos en la Universidad de Barcelona , marzo de 1989.
Gregorio Salvador en Taipéi en septiembre de 1985.