[2] En otros casos una lengua no es minoritaria en un territorio, como el idioma gallego en Galicia, y sin embargo se encuentra en declive debido a un proceso de sustitución lingüística.
Las lenguas minorizadas pueden haber sufrido o seguir soportando prohibición legal para evitar su uso público, como por ejemplo ha ocurrido hasta épocas recientes en España, durante el proceso de centralización y castellanización llevado a cabo desde inicios del siglo XVIII, y durante la Dictadura de Primo de Rivera y el franquismo del pasado siglo XX, en que se impedía la utilización en el ámbito público (administración y enseñanza) de otra lengua que no fuera el castellano.
Es decir, en el caso de que la lengua sea dominante en una comunidad es suficiente y necesaria en la misma.
En las sociedades modernas, este nivel de competencia lingüística determina la promoción o la exclusión del sujeto en el sistema productivo.
[4] La creación de Estados-nación que imponen una cultura uniformadora ha sido determinante en esta minorización.