), desarrollando allí "las aptitudes necesarias para devenir un «selecto», destinado a liderar en católico la sociedad del futuro".
[c][11] La impronta que dejaron los jesuitas en la conciencia del joven Pemán fue profunda y se reflejaría en su obra literaria.
[18] Contra lo que dijese muchos años después algún paisano escritor bromista,[19] Pemán siguió una intención de conducta casta.
[22] En mayo de 1915 gana en Sevilla el Premio Reina Victoria con un poema a la Virgen María «Postrado ante tu imagen bendecida», en versos endecasílabos.
Obtuvo el primer premio en su ciudad natal, cantando en su centenario al beato fray Diego José de Cádiz.
De esta manera conoció a Ángel Herrera Oria, que le permitió escribir en El Debate.
Durante la etapa anterior había sido designado presidente del Ateneo Gaditano desde 1927, pero en 1930 fue cesado como reacción antiprimorriverista.
En represalia las autoridades republicanas procedieron de forma preferente contra la aristocracia monárquica: 145 jefes y oficiales fueron detenidos y deportados a Villa Cisneros en la colonia española del Sahara Occidental, como se había hecho con 104 libertarios unos meses antes con motivo de la insurrección anarquista del Alto Llobregat.
Como otros intelectuales de Acción Española, Pemán estuvo influenciado por Menéndez Pelayo,[cita requerida] y Mauricio Carlavilla.
[cita requerida] Pemán había contenido su cólera hasta el asesinato de Calvo Sotelo: «España tiene desde ayer un mártir [...].
[64][ae] Desde el inicio de la guerra civil española Pemán se comprometió apasionadamente con los golpistas, como tantos otros autores reconocidos.
[65] Como propagandista, se cree que Pemán inspiró dos expresiones del bando sublevado: «Cruzada» y «Movimiento Nacional».
[66] Pemán sería considerado como el «Poeta alférez, que siente, canta y vive la nueva Epopeya Nacional».
el sargento de morteros José R. Camacho)[ah] y estaban dispuestos para acudir allí donde fueran requeridos por la Propaganda: Luis Rosales, Agustín de Foxá, José María Pemán, Manuel Machado, Dionisio Ridruejo, Luis Felipe Vivanco y algunos otros.
[78] Tenía un propósito: neutralizar a los falsos intelectuales,[79] desmontar el empeño laico de la República y construir la España del futuro, mirando hacia atrás.
[am] A su vuelta, en el barco escribió un artículo titulado «Esto os traigo de la Fuente misma...».
[102][an] En palabras de Carmen, su mujer, durante la guerra, en un año, y en repetidas permanencias, solo estuvo dos meses en casa.
[108] Pemán desarrolla su providencialismo histórico: la Bestia, simbolizada por un blindado (ruso), pelea con el Ángel, un joven soldado, analfabeto, aragonés y cristiano de dieciséis años.
[124] En esta su primera etapa se editó la decimosexta edición del Diccionario de la lengua española con alguna advertencia pertinente en la portada.
El monarquismo alfonsino al que pertenecía Pemán, iba tomando distancias del excesivo protagonismo falangista.
Explicó a su manera que el auténtico artífice del Nuevo Estado español había sido José Calvo Sotelo y que José Antonio Primo de Rivera habría aportado simplemente los gestos, los símbolos y la retórica.
En un tercer viaje por Centroamérica fue agasajado por Trujillo y Perú le concedió la Gran Cruz de la Orden del Sol.
Proponían ahora otra cosa: una monarquía sobria cuyos titulares mostrasen una «popular españolidad» en punto a protocolo, énfasis, pompa o séquitos.
La causa juanista fracasó en julio de 1969 al ser instaurado por Franco el príncipe Juan Carlos como futuro rey.
En sus relaciones con el extranjero aplicó sabiamente la máxima «Conviene ser políglota para saber callar en siete idiomas».
[cita requerida] Sus últimos gestos fueron para pedir que se leyera su poema «Al Cristo de la buena muerte».
[155] Actividad parlamentaria Partidos políticos sucesivos Militancia católica Terminada la guerra, el panorama literario nacional se contrajo.
Durante la guerra había tenido una pequeña colaboración con Manuel de Falla en su «Himno Marcial (para voz, piano y tambor)», ya citada.
Editó un sencillo microsurco con su propia voz recitando «Nocturno a Margarita y otros poemas» [Grabación sonora].
Como suele ocurrir al tratar sobre muchas personalidades de la época (Laín, Ridruejo, el padre Tusquets[180] y tantos otros), sus propias memorias autobiográficas y sus apologistas resaltaron las contribuciones literarias más llamativas sin tocar, o tocando muy por encima, como hurtando, su compromiso político o religioso.