Golpe de Estado en España de 1981

Su continuador en la década siguiente será el general Manuel Gutiérrez Mellado, miembro destacado del círculo de militares reformistas que tuvo en Díez-Alegría a su principal mentor».[14]​ Como ha destacado Juan Francisco Fuentes, «muerto Franco, la lealtad al rey, el acatamiento, aunque fuera a regañadientes, del poder constituido y la ruptura de la tradición golpista hicieron más llevadera la difícil convivencia con una democracia en construcción.[24]​[27]​ Sin embargo, el general Alfonso Armada, entonces secretario de la Casa Real, le transmitió al rey una versión menos triunfalista.[35]​ Su nombramiento no fue bien acogido por los otros ministros militares porque Gutiérrez Mellado tenía menos antigüedad que ellos (acababa de ser ascendido a teniente general).Cuatro días después eran destituidos los dos militares adscritos a la Sección Militar y Técnica del ministerio responsables de haber difundido la «versión oficiosa».[43]​ Mes y medio antes se había aprobado en referéndum la Ley para la Reforma Política que abría las puertas a la convocatoria de las primeras elecciones democráticas desde 1936.Al día siguiente, tras reforzarse la seguridad del Palacio de la Moncloa, Tejero e Ynestrillas eran detenidos mientras la prensa relataba el plan golpista.«Solo la enérgica intervención del general liberal Antonio Pacual Galmés evitó que se sumara la decisiva División Acorazada Brunete (DAC)», afirma Paul Preston.En los discursos que pronunciaron los neofranquistas José Antonio Girón de Velasco y Blas Piñar pidieron la intervención del Ejército.[165]​ Así pues, según Roberto Muñoz Bolaños, la «Solución Armada» «fue una operación civil, diseñada por miembros de la élite económica y política conservadora, con un componente militar subordinado».[176]​ Quince días después Merlín volvió a insistir en el mismo tema con otro artículo, titulado «De Gaulle o la pechuga».Según José Luis Rodríguez Jiménez, estuvieron los generales Carlos Iniesta Cano y Manuel Cabeza Calahorra, este último integrante del Colectivo Almendros.[266]​ Por primera vez desde que era rey, don Juan Carlos compareció ante las cámaras sin la presencia del resto de la familia real.[300]​ De hecho, el general Armada aún hizo un último intento para salvar la «operación solamente política», como la llama Cercas.Don Juan Carlos lo remitió al vicepresidente Gutiérrez Mellado y este recordó posteriormente que cuando Armada fue a verle estaba lleno de ira.[330]​ Ya antes del verano Manuel Fraga, líder de Alianza Popular, había advertido: «si no se toman medidas, el golpe será inevitable».[335]​ Según Ricardo Muñoz Bolaños, el golpe no solo estaba escasamente preparado, «sino que tenía errores de diseño.Media hora después comenzaban a abandonar el Palacio de las Cortes los diputados y los miembros del gobierno secuestrados.Aunque no se estaba emitiendo en directo, había cuatro cámaras enviando su señal a la unidad móvil de TVE.[652]​ Cuando al día siguiente Calvo Sotelo anunció la composición de su nuevo gobierno se destacó como principal novedad que por primera vez desde la guerra civil no había ningún militar entre sus miembros.No obstante, las sanciones que se les impusieron fueron anuladas por el Consejo Supremo de Justicia Militar y por la Audiencia Nacional.Su proyecto era sustituir la monarquía parlamentaria por un régimen presidencialista autoritario encabezado por una «personalidad militar» que asumiría «todos los poderes de la Administración del Estado».[761]​ Según Javier Cercas, «la Corona se armó de un poder y una legitimidad con las que antes del golpe ni siquiera había soñado.Por un lado, los golpistas dieron una penosa imagen de sí mismos durante aquellas “diecisiete horas grotescas", como las llamó Calvo Sotelo, y en el juicio celebrado al año siguiente.[789]​ La ficción ideada por Anasagasti tuvo una segunda vida cuando el medio digital ultraderechista mediterraneodigital.com la reprodujo cinco años después bajo un titular sensacionalista: «Los papeles del 23-F salen a la luz.Ahí radica su indudable originalidad», concluye Fuentes (quien, por otro lado, llama la atención sobre la participación en el falso documental de Iñaki Anasagasti).[793]​ Pronto los medios independentistas catalanes se hicieron eco del libro porque venía a confirmar la «falsa teoría según la cual Juan Carlos había salvado la democracia».Según Vicent Partal, director del digital independentista Vilaweb, «hoy en día todos los relatos serios sobre el 23-F coinciden en los detalles básicos.Ese ha pasado siete años en la cárcel, se ha ido a su pazo de Galicia y el tío jamás ha dicho una palabra.[796]​[802]​ Según Pilar Urbano, el famoso catedrático de Derecho Constitucional sería Carlos Ollero, próximo al PSOE, y Armada le habría dicho al Rey «que con Suárez fuera del Gobierno podría armarse un gobierno de concentración nacional que evitaría el golpe militar.
El general Francisco Franco presidiendo el desfile militar de la Victoria (Madrid, 5 de junio de 1969). En segundo plano el príncipe Juan Carlos a quien el mes siguiente Franco designaría como su sucesor «a título de rey».
El presidente del Gobierno Adolfo Suárez en 1977.
Palacio de Villamejor , situado en el Paseo de la Castellana número 3, sede de la Presidencia del Gobierno. Allí tuvo lugar la reunión entre el presidente Adolfo Suárez y la cúpula militar el 8 de septiembre de 1976.
Miles de personas se congregan ante el paso del cortejo fúnebre de los asesinados en la « Matanza de Atocha » (Madrid, 26 de enero de 1977). Esta manifestación silenciosa y pacífica (muchas personas levantan los puños al paso de los coches fúnebres) fue decisiva para que el presidente del gobierno Adolfo Suárez legalizara al Partido Comunista de España dos meses y medio después (el «Sábado Santo Rojo»).
El rey Juan Carlos en uniforme de campaña presidiendo unas maniobras militares (1978).
Fachada del edificio principal del Palacio de la Moncloa , residencia oficial del presidente del gobierno de España. El asalto al Palacio de la Moncloa era el objetivo de la « Operación Galaxia ».
El vicepresidente del Gobierno, teniente general Manuel Gutiérrez Mellado , conversa en el Congreso de los Diputados con el ministro de Defensa Agustín Rodríguez Sahagún .
Parador Nacional de El Saler (Valencia), donde probablemente se reunieron los tenientes generales Jaime Milans del Bosch y Carlos Iniesta Cano . Fue el primer paso de la conspiración que desembocó en el 23-F .
Edificio del Gobierno militar de Lérida. El 22 de octubre de 1980 el general Alfonso Armada , gobernador militar de Lérida y antiguo secretario de la Casa Real, se reunió en casa del alcalde socialista de la ciudad Antoni Siurana , con los líderes socialistas Joan Reventós y Enrique Múgica Herzog durante la cual el general se postuló discretamente para presidir un gobierno de «salvación nacional».
Estación de esquí de Baqueira Beret donde el 3 de enero de 1981 el general Alfonso Armada visitó al rey Juan Carlos I que se encontraba allí pasando las vacaciones navideñas. En esa «trascendental conversación» [ 220 ] ​ Armada le expuso al monarca el descontento de las Fuerzas Armadas y le informó de la existencia de militares de alta graduación dispuestos a tomar medidas radicales.
Adolfo Suárez es aplaudido por los miembros de su gobierno y por los diputados de su partido UCD, tras haber superado la moción de censura presentada por el secretario general del PSOE Felipe González (21 de mayo de 1980). A su derecha el vicepresidente del Gobierno, teniente general Manuel Gutiérrez Mellado .
Salón de plenos de la Casa de Juntas de Guernica donde los representantes de Herri Batasuna mostraron su rechazo a los reyes de España en el acto que había organizado el gobierno vasco con motivo de su visita al País Vasco.
Fachada del edificio de la Capitanía General de Valencia .
Jaime Milans del Bosch , Capitán General de la III Región Militar (Valencia). Es uno de los líderes del golpe del 23-F. Ordena a Tejero el asalto al Congreso de los Diputados y en cuanto este se produce declara el estado de excepción en su demarcación y ocupa la ciudad de Valencia con sus tanques.
El presidente Suárez y el vicepresidente Gutiérrez Mellado en sus asientos del Congreso de los Diputados, felicitándose después de que Suárez hubiera superado la moción de censura presentada por Felipe González , secretario general del PSOE. Suárez y Gutiérrez Mellado, junto con el comunista Santiago Carrillo , serán las tres únicas personas que no se tirarán al suelo cuando los guardias que han asaltado el Congreso de los Diputados a las órdenes de Tejero disparen al aire con sus subfusiles.
El teniente coronel Antonio Tejero irrumpe en el hemiciclo y ordena pistola en mano: «¡Quieto todo el mundo!».
Tanque M-47 E1 del Ejército de Tierra que fue el modelo utilizado por la División de Infantería Motorizada Maestrazgo nº 3 para ocupar Valencia por orden del teniente general Milans del Bosch .
El teniente general Guillermo Quintana Lacaci , capitán general de la I Región Militar , conversa con el teniente general Manuel Gutiérrez Mellado , vicepresidente del Gobierno, durante un acto oficial (antes del 23-F). Quintana Lacaci será clave para hacer fracasar el golpe.
El rey Juan Carlos I , con uniforme de almirante, acompañado de la reina Sofía , durante una visita oficial a los Países Bajos (marzo, 1980). En segundo plano, el marqués de Mondéjar , jefe de la Casa Real, y Marcelino Oreja , ministro de Asuntos Exteriores. La actuación del rey Juan Carlos I fue decisiva para el fracaso del golpe de Estado del 23-F.
Fachada del Hotel Palace que da al Palacio de las Cortes . En el despacho del director del hotel se instaló el centro de mando de las fuerzas desplegadas para poner fin a la ocupación del Congreso, que estaban comandadas por el director general de la Guardia Civil, general José Luis Aramburu Topete , el general José Antonio Sáenz de Santamaría , inspector general de la Policía Nacional , y por el gobernador civil de Madrid Mariano Nicolás .
Sala del reloj donde quedaron confinados el vicepresidente del Gobierno, teniente general Manuel Gutiérrez Mellado ; el líder de la oposición y secretario general del PSOE , Felipe González ; el vicesecretario general del PSOE , Alfonso Guerra ; el secretario general del Partido Comunista de España , Santiago Carrillo ; y el ministro de Defensa y presidente de la UCD , Agustín Rodríguez Sahagún .
El general Alfonso Armada , uno de los líderes del golpe del 23-F. No logra convencer a Tejero a que acepte su «plan» para salir de la situación de bloqueo en que se encontraba el golpe a medianoche.
Escudo de Armas de Juan Carlos I . Sobre una foto fija del mismo sonó el himno nacional tras haber leído don Juan Carlos el mensaje difundido a toda España por televisión. Según Juan Ignacio Fuentes, al no haber recurrido a la bandera nacional como cierre del discurso sino al escudo del rey, «se trataba de reforzar el vínculo entre las Fuerzas Armadas y su rey y jefe supremo en una coyuntura crítica, sin dejar resquicio a la insubordinación...». [ 551 ]
Fachada del Palacio del Temple de Valencia , sede del gobierno civil . Allí se personó el gobernador militar Luis Caruana para controlar a su homólogo civil José Fernández del Río . Un tanque estuvo situado frente al edificio de forma permanente hasta que el capitán general Milans del Bosch ordenó su retirada hacia la 1:30 h del día 24. [ 572 ]
Fachada del edificio anexo del Palacio de las Cortes. Por una de sus ventanas huyeron un grupo de guardias civiles hacia las 10,00 h. del día 24, cuando ya estaba todo perdido para ellos.
Fachada principal del Palacio de las Cortes vista desde el Hotel Palace. Ese fue el recorrido que hicieron los diputados y los miembros del Gobierno tras su liberación.
Sede del diario El País . Dos horas después del inicio del secuestro del Congreso de los Diputados el diario sacó a la calle una edición especial con el titular «Golpe de Estado. El País, con la Constitución». Javier Pradera escribió el editorial que aparecía en la primera página.
Leopoldo Calvo Sotelo (derecha) recibe a un alto mando del Ejército de Jordania (centro), acompañado por el ministro de Defensa Alberto Oliart (izquierda).
Los reyes Juan Carlos y Sofía junto al presidente Ronald Reagan y a su esposa Nancy Reagan en la Casa Blanca durante la visita oficial que hicieron a Estados Unidos en octubre de 1981.
Una compañía de la Unidad Militar de Emergencias desfilando el día de la Fiesta Nacional de España (2013).
Militar español en unas maniobras de la OTAN (Lituania, 2020), en plena pandemia de COVID-19 .
Foto de familia de los actos de conmemoración del 30.º aniversario del fracaso del golpe de Estado (febrero de 2011). En primera fila, en el centro, el entonces presidente de las Cortes José Bono . A su izquierda, el presidente del Gobierno, el también socialista José Luis Rodríguez Zapatero ; a su derecha, el líder del PP Mariano Rajoy . En el extremo izquierdo de la primera fila Felipe González , Santiago Carrillo y Miquel Roca , diputados de la legislatura en la que se produjo el asalto de Tejero.
Javier Cercas firmando su libro sobre el 23-F Anatomía de un instante (2009), en el que denunció «el inaudito amasijo de ficciones en forma de teorías sin fundamento, de ideas fantasiosas, de especulaciones noveleras y de recuerdos inventados» que envolvían el golpe
La periodista Pilar Urbano en una charla en 2012. En su libro La gran desmemoria (2014) sostiene la teoría de la implicación del rey en la conspiración del 23-F
El dirigente nacionalista vasco Iñaki Anasagasti en un mitin (2012). Anasagasti es una de las personas que más se ha distinguido en la difusión de la teoría de la responsabilidad del rey en el 23-F
Vicent Partal , director del digital independentista catalán Vilaweb , en 2007. Partal ha deducido del libro del coronel Antonio J. Candil 23-F. El golpe del Rey (que también sostiene la teoría de la implicación del rey en el 23-F) que el «Elefante Blanco» que esperaba Tejero era Juan Carlos I