Francisco Elías de Tejada
[1][2] Pasada la Guerra Civil se adscribió a la materia en la que quedaría encuadrada toda su posterior carrera universitaria, la Filosofía del Derecho.[1] Participó en las oposiciones a cátedras de Derecho Político que tuvieron lugar en 1941-42 con eco considerable y que obtuvieron Ignacio María de Lojendio e Irure y Luis Sánchez Agesta, en el transcurso de las cuales confesó su vocación por esa disciplina (Sebastián Martín, “Funciones del jurista”, 179-183).Desde principios de los años setenta procuró activamente trasladarse a Madrid.El escrito de recusación alcanzaba a todos los componentes de la Comisión, cuyos cuatro miembros restantes eran José Corts Grau, Francisco Murillo Ferrol, Gonzalo Rodríguez Mourullo y José Delgado Pinto.El argumento principal del recusante era la incapacidad que apreciaba en los comisionados para valorar las obras con las que se presentaba al concurso, pues en ellas se utilizaban lenguas cuya ignorancia daba por supuesta en los miembros de la Comisión: en el caso de su presidente, por haber tenido que valorar sus capacidades cuando lo tuvo como alumno y, en el caso de los vocales, por no constarle en ellos poliglotía tan acentuada como la requerida; las lenguas eran, según relación del propio recusante, “accadio, agni, akikuyu, árabe, ashanti, baoulé, beté, checo, chino, croata, danés, finlandés, gouro, griego moderno, hebreo, holandés, islandés, japonés, malayo, noruego, polaco, rumano, ruso, sánscrito, senoufo, sueco, swahili, vasco, vietnamita y zulú”.Francisco Elías de Tejada dirigió al Ministerio el 2 de mayo de 1977 un escrito solicitando información sobre la resolución del concurso; la respuesta tiene fecha del día 31 del mismo mes, y en ella se notificaba al interesado que la Orden de nombramiento no se había publicado en el BOE sino en el Boletín Oficial del Ministerio, como era regular en estos casos.Elías de Tejada recurrió la resolución del concurso e inició un procedimiento contencioso administrativo que aún estaba en curso en la Audiencia Nacional cuando falleció en febrero de 1978.Elías de Tejada argüía que la Comisión, ya que no había tenido en cuenta el criterio de la antigüedad (él era catedrático desde 1942 y Elías Díaz desde 1974), y dado que la docencia no se evaluaba, sólo podía haber decidido juzgando la obra de los concursantes; la Comisión había señalado que conocía suficientemente la de ambos, ante lo que el recurrente reiteraba lo ya aducido en su escrito de recusación.Se encontraba en Alemania cursando estudios pensionado por el Ministerio de Asuntos Exteriores, e hizo llegar la instancia a su destino por conducto de su padre.Volvió a España pasando la frontera por Danchanivea (sic), en el Pirineo navarro, y se unió a las tropas franquistas en Calera de la Sierra (Cáceres) ya en agosto de 1936, siguiendo con ellas hasta la Ciudad Universitaria.[1] Declaraba también no haber percibido sueldos ni haberes, haber pertenecido a la Asociación de Estudiantes Católicos y a las Juventudes Tradicionalistas y formar parte del Servicio Español del Profesorado de Falange.[1] A salvo de su nombramiento en 1969 como consejero honorario del Consejo Nacional de Educación, su vida académica transcurrió sin que prestara apenas atención a las labores administrativas en el ámbito universitario; los cargos académicos de gestión, según afirmó, “quitan tiempo para estudiar a personas que, como yo, son de trabajo lento”.[1][13] No obstante, prestó atención y tiempo considerables a defender sus criterios frente a decisiones institucionales y administrativas que consideró injustas o erradas, presentando en número apreciable recursos minuciosamente fundados y reclamaciones, peticiones o solicitudes profusamente argumentadas, tanto ante autoridades universitarias como ante instancias ministeriales.[1] Contribuyó también, más limitadamente, a la difusión de libros ajenos escribiendo prólogos y traducciones.En vida suya se escribieron cuatro tesis doctorales sobre su obra, siendo la más relevante, a juicio del propio Elías de Tejada, la de Rudolf Steineke, Die Rechts- und Staatsphilosophie des Francisco Elias de Tejada.[1] Desde muy joven militó activamente en el tradicionalismo carlista, al que fue fiel toda su vida.[1] De sus afinidades y divergencias en relación con el régimen franquista y con las ideas que lo sustentaban dejó testimonio escrito, a veces en exposiciones breves y de circunstancias que no por su carácter menor carecen de interés.Al parecer, uno de los asistentes había preguntado por la posible inspiración en el filósofo alemán de las corrientes de pensamiento que habían conformado el régimen vigente, y el conferenciante en su respuesta había negado que hubiese “influencia hegeliana en la Falange, a pesar del contenido del punto 25 del programa nacional sindicalista”.Hubo denuncia, y Elías de Tejada tuvo que dar explicaciones sobre su postura en el escrito referido.Aducía que la denuncia, “calumniosa y mendaz”, se inscribía en una campaña “de posible inspiración masónica” instigada por la “Anti-España”, desvelada ya por varios obispos en diversas publicaciones diocesanas, que citaba.[20] El mismo año Elías de Tejada fue uno de los promotores del partido político Comunión Católico Monárquica (1977), en el que desempeñó un liderazgo intelectual.[22] Elías de Tejada llegó a ser descrito como un «inquisidor católico tradicionalista».