Eternidad
El concepto de eternidad (del latín aeternitas), relacionado con el de inmortalidad, se refiere, popularmente, unas veces a una duración infinita y sin límites, y otras designan una existencia sin tiempo o fuera del tiempo.No es necesario creer en Dios para sostener este concepto de eternidad: un matemático ateo puede mantener el dogma filosófico de que los números y las relaciones entre los mismos existen con independencia del tiempo, y en tal sentido puede decirse que son eternos.Por una parte, Dios podría existir «en» la eternidad, una existencia atemporal, donde las categorías de «pasado», «presente» y «futuro» no son aplicables.(Por este motivo, además, se entiende que el universo del Big Bang no es eterno, porque, tautológicamente, ha tenido un principio).De modo parecido, una vida terrena sin muerte nunca se podría conseguir, pues el principal problema a este planteamiento es que para llegar a ella habría que acabar con la existencia del tiempo, y no, como se suele enfocar en los debates científicos, con la mejora de una biología insertada en el tiempo.La postura contraria (no existen límites entre pasado, presente y futuro) viene representada por el llamado eternalismo.Esta eternidad física sería inmanente al propio universo, no trascendente, como pretenden las religiones.En su libro La teoría del todo, el físico Stephen Hawking expone la hipótesis más novedosa.Hawking compara este espacio con la superficie esférica de la Tierra, finita en extensión pero sin bordes o fronteras, aunque asignándole dos dimensiones extra, incluyendo la cuarta dimensión temporal (con lo que parece sugerir lo que se ha definido como hiperesfera).[…] ¡Bien podría decirse que “la eternidad no es para tanto” para una partícula sin masa como un fotón o un gravitón!» (op.También imagen negativa de la eternidad es la larga y truculenta descripción del infierno desarrollada por el novelista irlandés James Joyce, en su novela Retrato del artista adolescente (1916): Eternidad era una deidad alegórica que los antiguos adoraban y que confundían algunas veces con el Tiempo.A veces la representaban sosteniendo en la mano una serpiente que muerde su cola (el uróboros) y forma un círculo en medio del cual presentan un reloj de arena alado para indicar la rapidez de la vida.En una medalla griega de Antonino Pío, se halla representada la eternidad por un fénix con una inscripción sobre el tiempo.Winckelmann habla de una urna cineraria en que se ve esta ave fabulosa sobre una hoguera.Por lo demás, estos diferentes tipos que en las medallas representan la Eternidad, por lo regular solo significan la perpetuidad del Imperio.Los emperadores llegaron a usurpar estos símbolos para indicar solamente una larga y feliz continuación de años.