Los humanos interactuaban con ellos en los templos y en santuarios no oficiales, por razones personales como por las metas más grandes de los ritos del estado.
El término nṯr puede haber aplicado a cualquier ser que se encontraba fuera del contexto de la vida cotidiana.
[9] Confrontando estas distinciones borrosas entre dioses y otros seres, los académicos han propuesto varias definiciones de una "deidad".
[16] Muchos egiptólogos y antropólogos han sugerido teorías acerca de como los dioses se desarrollaron en estos tiempos tempranos.
[44] Las deidades con dominios más limitados y especializados frecuentemente se llaman "divinidades menores" o "demonios" en los textos modernos, aunque no hay una definición concreta para estos términos.
[47] Los demonios a menudo actuaban como mensajeros y sirvientes de los dioses mayores, pero su posición en la jerarquía no era fija.
Las deidades protectoras Bes y Tueris originalmente poseían roles menores, similares a los de los demonios, pero con el tiempo alcanzaron gran influencia.
Heka era un poder fundamental que el creador utilizó para formar al Mundo y a los mismos dioses.
[62] Un tema recurrente de estos mitos son los esfuerzos que los dioses hacen para mantener la maat contra las fuerzas del desorden.
Muchos otros nombres no tienen un significado seguro, aun cuando los dioses que los llevan están cercanamente ligados a un solo rol.
[87] Otros grupos divinos se compusieron de deidades con roles interrelacionados o quienes, en conjunto, representaban una región del cosmos mitológico egipcio.
[88] Los gobernantes en el Nuevo Imperio tardío promovieron un grupo de tres dioses particularmente importante: Amón, Ra y Ptah.
Horus podía ser un poderoso dios del cielo o un niño vulnerable, y estas formas a menudo se consideraban deidades distintas.
De manera distinta a otras situaciones en las que este término se usa, la práctica egipcia no buscaba fusionar sistemas religiosos en competencia, aunque las deidades externas podían ser unidas con las nativas.
El panorama se complicó aún más por la tolerancia a otras deidades, como Shu, por parte del Atenismo.
[126] Gracias a la cercana relación entre estas diosas, ambas podían utilizar el tocado que originalmente era propio de Hathor.
"[129] Los tocados divinos, que varían desde los mismos tipos de coronas utilizados por los reyes humanos hasta grandes jeroglíficos llevados por los dioses en la cabeza, son otro factor importante.
[136] Unas pocas deidades, como Osiris, Ptah, y Min, tenían una apariencia "momiforme" con sus extremidades fajadas de manera ajustada en su ropa.
[138] En los textos oficiales, se decía que los faraones eran divinos, y son representados constantemente en compañía de deidades del panteón.
[143] Los faraones tenían sus propios templos mortuorios donde se llevaban a cabo rituales para ellos durante sus vida y muerte.
[144] Pero pocos faraones fueron alabados como dioses mucho después de su vida, y los textos no oficiales retratan a los reyes con un matiz humano.
La única excepción era durante las procesiones festivales, cuando la estatua se transportaba afuera del templo, aunque contenida en un altar portátil.
Sin embargo, algunos textos sí acusan a las deidades de causar miseria humana, mientras que otras proponen teodiceas en defensa del dios.
Gracias a este mal comportamiento humano, el creador es distante de su creación, permitiendo la existencia del sufrimiento.
Como resultado, la mantener los ideales del maat se tornó menos importante que ganar el favor de los dioses para garantizar una buena vida.
[163] Los dioses recibían ofrendas en ceremonias diarias, en las cuales sus estatuas eran vestidas, ungidas y se les presentaba comida e himnos en su honor.
[47] Los rituales privados invocaban el poder de las divinidades para cumplir metas personales, desde sanar enfermedades hasta maldecir enemigos.
Pero solo en el Imperio Nuevo son visibles evidencias firmes de la devoción a las deidades, alcanzando su mayor esplendor en esa era.
Estos recién llegados equipararon a los dioses egipcios con los suyos, como parte de la tradición interpretatio graeca grecorromana.
[205] Tanto Isis como Hermes Trismegisto llegaron a ser prominentes en las tradiciones esotéricas occidentales, que tuvieron origen en el mundo religioso romano.