El mito de Osiris tuvo una profunda influencia en la religión del Antiguo Egipto y era muy popular entre la gente común.
[4] Con este gran atractivo, el mito aparece en más textos antiguos que cualquier otro y en una gama excepcionalmente amplia de estilos literarios egipcios.
Sin embargo, estas, tomadas en conjunto, se asemejan más a una historia coherente que la mayoría de los mitos egipcios.
Esta narración asocia la realeza que Osiris y Horus representan con Ptah, la deidad creadora de Menfis.
Sin embargo, desde la década de 1970, los egiptólogos han concluido que el texto data, como muy pronto, del Imperio Nuevo.
[18] También se registraron episodios del mito en escritos que podrían haber sido destinados al entretenimiento.
[21] Escritores griegos y romanos antiguos, que describieron la religión egipcia al final de su historia, registraron gran parte del mito.
[35] A finales del Imperio Nuevo surgió una tradición que relataba cómo Seth desmembró el cuerpo de Osiris y esparció los fragmentos por todo Egipto.
Osiris se convierte así en la primera momia, y los esfuerzos de los dioses son la base mitológica para las prácticas egipcias de embalsamamiento que, al momificar los cadáveres, buscaban evitar y revertir el decaimiento que sigue a la muerte.
Esta parte de la historia a menudo se amplía con episodios en los que Seth o sus seguidores intentan dañar el cadáver, e Isis y sus aliados deben protegerlo.
Seth —a quien Plutarco denomina «Tifón», al usar nombres griegos para muchas de las deidades egipcias— conspira contra Osiris con setenta y tres personas más.
Este episodio, del que no se da cuenta en fuentes egipcias, brinda una explicación etiológica para el culto de Isis y Osiris que existía en Biblos en la época de Plutarco y posiblemente ya en el Imperio Nuevo.
Esta es otra circunstancia inusual, para un mito egipcio, los dioses están normalmente separados de los seres humanos.
[43] Según un hechizo mágico, siete deidades escorpión menores viajaron con Isis y la custodiaron mientras buscaba ayuda para Horus.
La contienda entre ambos es, a menudo, violenta, pero es descrita como un juicio legal ante la Enéada, un grupo reunido de deidades egipcias, para decidir quién debía heredar el reino.
[61] Esta incongruencia persiste en muchas de las fuentes posteriores, donde los dos dioses pueden ser llamados hermanos o tío y sobrino en diferentes puntos del mismo documento.
En este relato Horus vence repetidamente a Seth y la mayoría de los otros dioses lo apoyan.
[79] En esta versión, Seth no se reconcilia con su rival sino que es totalmente derrotado,[80] y a veces es exiliado de Egipto o incluso destruido.
[92] Muchos egiptólogos aceptaron esta explicación, pero a finales del siglo XX, el egiptólogo galés J. Gwyn Griffiths, quien estudió en profundidad a Osiris y su mitología, argumentó que Osiris se originó como un gobernante divino de los muertos y que su conexión con la vegetación era un suceso secundario.
Se cree que los gobernantes de Hieracómpolis, donde Horus era la deidad patrona, unificaron el Alto Egipto, incluida Naqada, bajo su dominio.
Esta información ha inducido a conjeturar que la dinastía II vio un choque entre los seguidores del Horus-rey y los de Seth liderados por Peribsen.
[35] Destacando la incertidumbre que rodea a estos acontecimientos, Herman te Velde afirma que las raíces históricas del conflicto son demasiado oscuras para resultar útiles en la comprensión del mito y no son tan relevantes como su significado religioso y cree que «el origen del mito de Horus y Seth se pierde en las brumas de las tradiciones religiosas de la prehistoria».
En estos textos Ra viaja por la Duat y se une a Osiris para renacer al amanecer.
[109] Durante Koiahk, el pilar Dyed, un emblema de Osiris, se erguía ritualmente a una posición vertical, simbolizando la restauración del dios.
La asunción del trono de su padre y sus acciones piadosas para mantener su espíritu en la otra vida fueron el modelo a imitar para todas las sucesiones faraónicas.
[113] Se creía que cada nuevo faraón renovaría el maat después de la muerte del rey anterior, tal como lo había hecho Horus.
[82] El mito contribuyó a la habitual caracterización de Seth como un dios perturbador y dañino.
[114] Sin embargo, en estos últimos tiempos, los numerosos rituales del templo que implicaban la aniquilación ceremonial de Seth a menudo estaban relacionados con el mito.
[117] La imagen de estas dos diosas protegiendo a Osiris o la momia del difunto era muy común en el arte funerario.
[120] Su atractivo para el pueblo en general se basaba en su carácter protector, ejemplificado por los hechizos mágicos de curación.