[2] En 1968, el complejo fue reubicado en una colina artificial, construida en terrenos próximos situados sobre el nivel del futuro lago Nasser.
El templo fue construido por Ramsés II para conmemorar su victoria en la batalla de Qadesh (ca. 1274 a. C.).
Estos tres dioses fueron muy venerados a lo largo de la historia del Antiguo Egipto.
La construcción del templo se inició aproximadamente en 1284 a. C. y duró unos veinte años, hasta 1264 a. C. Es uno de los seis hipogeos (excavados en roca) que se edificaron en Nubia durante el largo reinado de Ramsés II.
Abu Simbel quedó ignorado para los historiadores hasta que, en 1813, el suizo Johann Ludwig Burckhardt lo visitó.
El templo menor está dedicado a Nefertari, la esposa favorita de Ramsés.
Estaba dedicado a los dioses Amón, Ra-Horajti y Ptah, así como al Ramsés deificado.
Todas las estatuas representan a Ramsés II, sentado en un trono con la doble corona del Alto y Bajo Egipto.
Sobre las estatuas de Ramsés II, la fachada está encabezada por un friso de veintidós babuinos, cuyos brazos están extendidos en el aire, supuestamente adorando al sol naciente y que flanquean la entrada.
La entrada está coronada por un bajorrelieve que representa dos imágenes del rey adorando a Ra-Horajti con cabeza de halcón, cuya estatua se yergue en un gran nicho.
[7] Estas representan a diversos miembros de la familia del faraón, como su esposa principal Nefertari, la reina madre Tuya, sus primeros dos hijos Amenherjepeshef, Ramsés, y sus primeras seis hijas Bintanat, Baketmut, Nefertari, Meritamón, Nebtaui e Isetnofret.
La parte interior del templo tiene la misma disposición que la mayoría de los antiguos templos egipcios, con salas de tamaño decreciente a medida que se acercan al santuario.
El templo cuenta con una estructura compleja y bastante inusual debido a sus principales cámaras laterales.
La sala hipóstila tiene 18 metros de largo y 16,7 metros de ancho y está sostenida por ocho grandes pilares osíridas que representan a Ramsés deificado vinculado al dios Osiris (Orión), el dios del inframundo, para indicar la naturaleza imperecedera del faraón.
[8] El relieve más famoso muestra al rey en su carro lanzando flechas contra los enemigos en retirada, que están siendo hechos prisioneros.
La entrada conduce a una sala con seis columnas centrales, esculpidas con capiteles decorados con la cabeza de la diosa Hathor.