Comité Olímpico Español
A diferencia de lo ocurrido en Atenas, España sí pudo contar con deportistas que formaron la primera expedición olímpica española.Sin embargo, por entonces no existía ningún organismo ad hoc que ayudara a los deportistas.Sin embargo, diversas fuentes han confundido a este comité específico para los Juegos de 1906 con el COE, a pesar de que este evento no podía considerarse como unos juegos olímpicos y no contara con el reconocimiento oficial por parte del COI.Sus funciones eran la organización de la representación española en los Juegos así como promover la coordinación con las federaciones nacionales.El problema era que el COE se formaba y reunía solamente antes de la cita olímpica para desaparecer una vez hubieran terminado los Juegos.En esta ocasión, logró gestionar una delegación española que acudiría a los Juegos Olímpicos de Amberes 1920 por primera vez bajo el amparo y la supervisión del COE.[8] Ambos miembros del COI quedaron a cargo de gestionar el movimiento olímpico en España.Echevarrieta dimitiría casi dos años después en un periodo de marcada inactividad por su parte.La importancia de este organismo radica en que fue el embrión del nuevo COE.No sería hasta dos años más tarde cuando se crearía otro comité, en esta ocasión con una clara intención de permanencia y estabilidad.En 1927, el COE trasladó su sede dos veces: primero a la calle Lauria, 28 (en un edificio compartido con el Real Automóvil Club de Cataluña), y más tarde a la calle Balmes, 27 de la ciudad condal con lo que por primera vez contaba con una sede propia.El mayor problema fue que la reunión para decidir la ciudad organizadora fue suspendida por la ausencia de muchos miembros del COI que eran de tendencia conservadora y recelaban del nuevo gobierno español.[16] La división en el seno del COE y sobre todo, la crisis económica causada por la Gran Depresión, tuvo repercusiones deportivas ya que España no acudió a los Juegos de Invierno de Lake Placid (Estados Unidos).[17] En enero de 1933, el médico Augusto Pi Suñer fue nombrado nuevo presidente del COE, Josep Rosich Rubiera como vicepresidente y José Mesalles Estivill secretario general.[25] Asimismo, España no pudo participar en los Juegos de Berlín que iban a comenzar en agosto.Otra consecuencia de la guerra civil fue que el último presidente del COE Augusto Pi tuvo que marcharse como exiliado a Francia (ya con la guerra civil ya terminada en 1940 emigraría a Venezuela).El 27 de agosto de 1937 Josep Rosich, ejerciendo como presidente interino del Comité Olímpico Español desde Barcelona, intentó reactivar el COE solicitando a las federaciones en activo que confirmaran a sus miembros y estableciendo contacto por carta con el secretario del COI Albert Berdez.En octubre de 1937, Mesalles escribió una carta desde Burgos (capital del bando nacional durante la guerra) al secretario del COI André Berdez para informar que existía un COE en Barcelona, pero al encontrarse en la zona republicana había pocas instituciones deportivas operativas por la huida de personal y las incautaciones revolucionarias causadas por el Terror Rojo.Además, informó que tenían la intención de reconstruir el COE desde territorio sublevado si contaban con el visto bueno del COI.En 1951, se celebraron los primeros Juegos Mediterráneos (JJMM) en Alejandría bajo el apoyo y el patrocinio del COI, aunque por entonces no intervenía directamente en la organización.[37] En octubre de 1965, se celebró en Madrid la 63ª sesión del COI en el que el presidente Avery Brundage entregó al COE la Copa Bonacossa por sus méritos.En septiembre de 1976, Benito Castejón Paz sucedió en el cargo a Tomás Pelayo.[47] Benito Castejón dejó su puesto en el CSD en enero de 1980 y en abril abandonó el cargo en el COE para ser sustituido por Jesús Hermida Cebreiro, en cuyo mandato se aprobó la ley que le convirtió en el primer secretario de Estado para el Deporte.El español Juan Antonio Samaranch ganó y se convirtió en el 7º presidente del COI.Barcelona ganó las dos primeras rondas y se impuso por mayoría absoluta en la tercera.Ferrer Salat amparó un modelo en el que los Juegos de Barcelona dejaran un legado urbanístico y económico a nivel local.El título V estaba dedicado exclusivamente al COE y en el artículo 48.2 se especificaba su autonomía como organismo.Por último, en el artículo 40 (capítulo III) menciona la creación de federaciones para promover el deporte en las personas con "minusvalías físicas, psíquicas, sensoriales y mixtas".La ciudad oscense de Jaca se presentaba por segunda vez, pero fue descartada en este primer corte.La candidatura de Madrid fue eliminada en la 3ª ronda y Londres acabaría ganando la votación final.