Científico loco

Los científicos locos generalmente se caracterizan por tener un comportamiento obsesivo y por el empleo de métodos extremadamente peligrosos o muy poco ortodoxos.

Quizás también sea interesante señalar que el público general suele tener contacto con científicos activos durante su etapa universitaria.

Desde la antigüedad, la imaginación popular giró en torno a figuras arquetípicas que poseían el conocimiento esotérico.

La alquimia decayó con la llegada de la ciencia moderna y el método científico durante la Ilustración.

La criatura, que hizo su primera aparición en 1818 en la novela Frankenstein o El moderno Prometeo de Mary Shelley.

También el aspecto de Rotwang tuvo su influencia: pelo desordenado, mirada endemoniada y su laboratorio fascistoide, se hicieron enseguida características comunes a los científicos locos.

Los científicos locos tuvieron su apogeo en la cultura popular del período posterior a la Segunda Guerra Mundial.

El desarrollo científico y tecnológico durante la Guerra Fría, con sus crecientes amenazas de destrucción inigualada, no ayudaron a reducir esta impresión.

La electricidad fue reemplazada por las radiaciones, que se convirtieron en el nuevo medio para crear, agrandar o deformar la vida (por ejemplo, Godzilla).

A medida que el público iba siendo más culto, entraron en escena la ingeniería genética y la inteligencia artificial.

[1]​ Para estas investigaciones se suele utilizar el "Draw-a-Scientist Test" (DAST, Examen «Dibuja a un científico»), publicado por D.W.

Algunos científicos reales, no necesariamente locos, cuya personalidad y, a veces el aspecto; que han contribuido al estereotipo han sido: Algunos científicos[cita requerida] locos han sido protagonistas, antagonistas o personajes secundarios de diversas obras literarias, películas, series, dibujos animados, videojuegos, manga y anime: Una investigación sobre 1000 películas de terror distribuidas en el Reino Unido entre 1930 y 1980 reveló que los científicos locos o sus creaciones han sido los villanos del 30% de las películas; que la investigación científica ha producido en el 39% las amenazas y que, en cambio, los científicos han sido los héroes de solamente once películas.

El estereotipo del científico loco suele representarse como un varón caucásico, anciano, desgreñado, con bata de laboratorio, gafas y pose dramática, muchas veces acompañado de su tradicional "risa malvada".
El científico loco Dr. Alexander Thorkel, interpretado por Albert Dekker , en la película Dr. Cyclops (1940).
Imagen típica de un científico loco.
Un grupo de científicos reales, lejanos al estereotipo tradicional del científico loco.
Auguste Piccard , que inspiró el personaje Profesor Tornasol de las aventuras de Tintín .
Nikola Tesla en su laboratorio, en torno a 1899. En realidad, la escena es un trucaje fotográfico, pero contribuyó a fomentar su imagen popular de genio extravagante.