Su origen se remonta a la década de 1940, cuando el ingeniero aeroespacial Edward A. Murphy Jr.
La ley fue enunciada por Edward A. Murphy Jr., que trabajó en experimentos con cohetes sobre rieles puestos en práctica por la Fuerza Aérea de los Estados Unidos en 1949.
Con estas pruebas se evaluaba la precisión de los instrumentos utilizados para medir las fuerzas G que experimentaba un piloto.
Edward Murphy propuso usar medidores electrónicos de esfuerzo sujetos al arnés para medir la fuerza ejercida sobre ellos por la rápida desaceleración.
Luego citó la ley y aclaró su significado: que era importante considerar todas las posibilidades antes de hacer una prueba.
En la mayor parte de la tecnología bien diseñada para el uso por el consumidor común y corriente, las conexiones incorrectas se hacen difíciles.
Por ejemplo, el disco de 3,5 pulgadas usado en muchos ordenadores personales no cabría fácilmente en la disquetera a menos que esté orientado correctamente.
La ley de Murphy se ha esparcido rápidamente a otras culturas técnicas relacionadas con la ingeniería aeroespacial, especialmente en computación.
Otro ejemplo de analogía ocurre cuando se está haciendo una larga cola para pagar en el supermercado, tu fila no avanza, ves de repente que la otra fila es más corta y avanza mucho más rápido, decides pasarte a esta, y tu fila inicial comienza avanzar y en la que decidiste pasar, comienza a tener demora para pagar.
La película Interstellar utiliza este concepto para su desarrollo inicial; incluso uno de los personajes se llama Murph.