Las principales ocupaciones de un minero incluyen taladrar la roca con picos y palas o utilizando herramientas eléctricas para extraer el mineral, apuntalar los túneles con soportes de madera para impedir su derrumbe, desplegar vías para el transporte de la piedra o cargar el mineral en vagonetas para su transporte al exterior.
En primer lugar, están privados de la luz del sol por lo que deben alumbrarse con lámparas acopladas a sus cascos.
Los mineros también pueden provocarse rebanaduras y amputaciones al trabajar con herramientas cortantes.
Finalmente, pueden padecer la silicosis, una enfermedad causada por la inhalación prolongada de compuestos químicos que afecta irreversiblemente a los pulmones y dificulta la respiración.
[3] Este convenio ha sido ratificado por 70 países, 28 de los cuales lo han denunciado.