Rotwang

Fredersen tiene un hijo llamado Freder (interpretado por el actor Gustav Fröhlich) que casualmente se enamora de María, una mujer muy querida entre la clase obrera del submundo.

María tranquiliza a los obreros con la esperanza del advenimiento de un salvador al que llaman el “Mediador”.

El robot creado por Rotwang tiene como orden promover los disturbios y el descontento entre las clases obreras simulando ser 'María', con lo que Fredersen dispondrá de la excusa necesaria para reprimir violentamente a los trabajadores, mientras que la verdadera María queda prisionera en el laboratorio de Rotwang.

Durante la suplantación, el robot emite discursos inflamatorios a las clases obreras del submundo.

Rotwang posee un protagonismo en la creación del robot pasando a un segundo plano cuando éste se va haciendo independiente.