Mejilla

[1]​ Su función se basa en impulsar los alimentos hacia las arcadas dentarias, evitando que los mismos se alojen en el vestíbulo de la boca El tejido subcutáneo de la mejilla contiene muchas fibras musculares.

Los músculos más grandes son el masetero y el buccinador, que es el principal involucrado en la compresión de las mejillas.

El buccinador se encuentra en lo profundo de cada mejilla, formando su parte media.

El rubor o coloración en las mejillas se debe a la alteración en el trabajo del sistema nervioso, que consiste en la gran sensibilidad ante estímulos emocionales menores.

Se asocia con el aumento del flujo sanguíneo, suele ser una manifestación inofensiva en respuesta al calor, las emociones fuertes o al consumo de alimentos picantes.