Combate naval del lago de Maracaibo

Maracaibo se había mantenido al margen del conflicto hasta ese tiempo,[4]​ no sufriendo ataques patriotas a diferencia de otros bastiones realistas como Coro y Angostura, permitiéndole aportar recursos tributarios al esfuerzo bélico realista.[8]​ Por aquellas fechas, en enero de 1823, José Antonio Páez impuso un bloqueo a Puerto Cabello aprovechando que la escuadra monárquica estaba en Maracaibo.[19]​ Este último logró escapar y formar una guerrilla de 600 partisanos, pero jamás recuperaría la ciudad.[20]​ Entre los días 8 y 16 Padilla ocupa Maracaibo aprovechando que Morales incursionaba en la provincia de Coro.[19]​ Tenía 1000 soldados y 2 cañones para la incursión, pero rápidamente es herido por guerrilleros republicanos durante la marcha.[19]​ Según José Manuel Restrepo, la mitad de las tropas que traía Montilla eran reclutas, en cambio, Morales contaba con tres mil veteranos.[29]​ Maracaibo estaba pasando escasez de víveres al quedar aislada por tierra,[14]​ mientras Morales debía dividir su atención entre Montilla y Manrique.Montilla era acosado permanentemente por los guajiros, sus convoyes con víveres sufrían constantes ataques y todo soldado que quedaba rezagado o se separaba de la columna podía ser dado por muerto.[33]​ Por su parte, Morales se limitaba a esperar el auxilio de Laborde y su poderosa escuadra.[34]​ Al mismo tiempo, temía que los fieles contingentes corianos lo depusieran y nombraran en su lugar a La Calzada.[40]​ Morales salió a enfrentarlo con sus mejores tropas, dejando una pequeña pero cualificada guarnición en Maracaibo a las órdenes del gobernador, coronel Manuel Funguito, el comandante en tierra, coronel Jaime Moreno, y de la escuadra en el puerto, capitán de ejército Pedro Lamaison.La fuerza naval estaba conformada por dos bergantines, cuatro goletas, dos flecheras, tres faluchos y ocho piraguas.Diez días después pasaba frente al castillo San Carlos hacia el interior del lago.[38]​ Mientras tanto, la ciudad sufría un bloqueo de víveres, ya que la mayoría le llegaban vía piraguas.[47]​ Los comandantes navales españoles, incluido Laborde, advirtieron a Morales de evitar un combate contra una flota materialmente superior pero este les exigió buscar un enfrentamiento decisivo en el mar.Los republicanos se reagrupan e intentan atacar en dos ocasiones, pero en ambos casos los vientos cambian repentinamente y deciden retirarse.Ambas son las primeras en entrar en combate pero Laborde rápidamente comprendió que sus naves eran principalmente de transporte, inútiles ante sus contrapartes.[54]​ A las 15:15 Padilla hace izar la señal de abordaje en el palo mayor del barco insignia y dejándola así después que las demás naves contestaran afirmativamente.Sabiendo que sus naves eran menos maniobrables dadas las condiciones, el español decidió esperar a Padilla.Rápidamente el humo de la pólvora fue contra los monárquicos, que quedaron ciegos y empezaron a disparar al azar.[56]​ Los republicanos se aproximaron para abrir fuego y cuando estaban a distancia de los baupreses iniciaron el abordaje.[57]​ Cuando se dio cuenta de la derrota, Laborde intento organizar la retirada pero ya era tarde, casi toda su escuadra fue echada a pique y solo consiguieron la Zulia (muy maltrecha), la Especuladora y dos flecheras huir del Lago hacia Puerto Cabello.Dando todo por perdido, Morales inicio negociaciones que culminaron con su capitulación el 3 de agosto en buenas condiciones: saldría con sus estandartes en alto, sería escoltado por una flota grancolombiana hasta Cuba, recibiría 5000 pesos y sus soldados quedaron libres de elegir si seguir a su comandante o quedarse a vivir bajo régimen republicano.Con este éxito, los patriotas se concentraron en la captura del último reducto realista: Puerto Cabello.[61]​ Más de 1000 civiles buscaron acompañarlos para evitar quedar bajo el régimen republicano, pero los 2000 embarcados no cabían en los 8 buques destinados para su transporte.[66]​ Familias realistas también saldrían de Coro, Cumaná y Caracas[65]​ en un proceso que venía desde el inicio del conflicto.
Retrato del capitán general Francisco Tomás Morales.
Retrato de Laborde, quien ostentaba los rangos de capitán de navío de la Real Armada, comandante del apostadero de Puerto Cabello y segundo jefe de las fuerzas navales de la América Septentrional. [ 42 ]
Retrato del Contraalmirante Padilla.
Cuadro de la batalla naval, autor anónimo, pintado hacia 1830.