Autoexperimentación en ciencia

[1]​ Algunos de estos experimentos han sido muy valiosos y han arrojado nuevos conocimientos sobre diferentes áreas de la ciencia, sin embargo, también plantean diversos problemas metodológicos, estadísticos y éticos.

[8]​[1]​[3]​[2]​ Max von Pettenkofer, después de ingerir la bacteria del cólera afirmó:Incluso si me hubiera engañado a mí mismo y el experimento hubiera puesto en peligro mi vida, habría mirado a la Muerte tranquilamente a los ojos, pues el mío no habría sido un suicidio tonto o cobarde; habría muerto al servicio de la ciencia como un soldado del honor.

[13]​[9]​[14]​ Según su esposa Olga, él eligió este método de muerte para que fuera beneficioso para la medicina.

En general, los estudios de un solo individuo requieren modelos estadísticos diferentes a los de otros experimentos y, en general, su validez externa (es decir, cómo de aplicables son sus resultados a la población general) es muy reducida y son más propensos a sesgos y errores no sistemáticos.

Del mismo modo, un solo fallo no prueba absolutamente que un procedimiento sea inútil.

Los autoexperimentos no pueden diseñarse para aplicar herramientas estadísticas como la aleatorización, el doble ciego, el grupo control, etc. de los que se benefician otros experimentos y ensayos clínicos.

[1]​ Los autoexperimentos y la investigación convencional pueden ayudarse mutuamente de varias maneras.

Nicholas Senn experimentó introduciendo hidrógeno en su intestino a través del ano para investigar la perforación intestinal .