[6] También por problemas digestivos o por medicamentos que alteren la absorción gástrica, como por infecciones por Helicobacter pylori, gastritis crónicas, enfermedad de Crohn, vegetarianos estrictos que no consumen suficientes alimentos enriquecidos con vitamina B12 ni un suplemento de vitamina B12, pobreza, desnutrición, esprue tropical o enfermedad celíaca, una dieta deficiente durante el embarazo (sobre todo en el primer trimestre), en pacientes bajo tratamientos para tuberculosis, sobre todo los que toman ácido paraaminosalicílico, colchicina y neomicina.
La vitamina B12 es esencial para el correcto funcionamiento de diversas células, incluyendo las nerviosas y sanguíneas.
Siguiendo un tratamiento adecuado, los síntomas y la enfermedad tienden a desaparecer en la mayoría de los casos.
Esta terapia corrige tanto la anemia como posibles complicaciones neurológicas si es administrada a tiempo.
Y hace falta una dieta equilibrada, para así dar al organismo otros elementos: el ácido fólico, el hierro y la vitamina C, los cuales son fundamentales en el desarrollo de glóbulos realmente saludables.