Su nombre se debe al mártir de la medicina peruana, Daniel Alcides Carrión.
Los cronistas hispanos y peruanos, entre ellos Pedro Pizarro[2] y el Inca Garcilaso de la Vega, describieron una enfermedad caracterizada por verrugas en los primeros soldados castellanos que llegaron en la época de la conquista del Imperio Inca.
[12] La Bartonella bacilliformis se transmite por un mosquito flebotomíneo llamado Lutzomyia verrucarum.
Fase aguda: (enfermedad de Carrión) los hallazgos más comunes son fiebre, (usualmente no sostenida pero con temperaturas no mayores a los 39 °C), palidez, malestar general, hepatomegalia, ictericia, linfadenopatia y esplenomegalia.
Fase crónica: (verruga peruana) es caracterizada por una fase eruptiva, en el cual los pacientes desarrollan una reacción cutánea producida por una proliferación de células endoteliales y se le conoce como "verruga peruana".
Los síntomas más comunes son sangrado de las verrugas, fiebre, malestar, artralgias, anorexia, mialgias, palidez, linfadenopatia y hepato-esplenomegalia.
[13] Para la fase crónica, Rifampicina o macrólidos son los fármacos de elección para adultos y niños.
[12] Son relativamente frecuentes complicaciones como infecciones bacterianas sobreañadidas, alteraciones cardíacas y neurológicas.