[2][3][4][5] Salmonella enterica es la especie tipo y se divide en seis subespecies[6] que incluyen sobre 2500 serotipos.
Se daban nombres determinados por diversos criterios, tales como la enfermedad que provocaban (por ejemplo, S. typhi y S. typhimurium) o el lugar donde fueron descubiertos (por ejemplo, S. london y S.
Esta propuesta fue aceptada parcialmente en 1987 por un Comité Internacional, puesto que al mismo tiempo se había propuesto que los seis subgéneros fueran subespecies y se denominaran por números romanos, lo cual no fue aceptado por pasar por alto la importancia de la S. typhi; pese a esta negativa, la propuesta fue aceptada y utilizada desde entonces por la CDC.
De esta forma, se establecieron dos especies: S. enterica, la principal, con seis subespecies, y S. bongori.
La mayoría de estos serotipos pertenece a la subespecie S. enterica, y representan más del 99% de las enfermedades provocadas en humanos por salmonelas, incluidas la gastroenteritis y la fiebre entérica.
son subespecies): Salmonella crece con facilidad en agar sangre formando colonias de 2 a 3 mm.
Se ha observado la entrega de la proteína SipA a células que debilitan la maquinaria intracelular del huésped y promueven la virulencia en mamíferos en aproximadamente diez minutos, para dejar a la bacteria virtualmente desprovista de SipA, efectivamente establecer un nicho para su multiplicación intracelular.
Debido a su carácter alimentario, los brotes son comunes en zonas en las que se prepara y sirve comida en las mismas condiciones como, por ejemplo, residencias de estudiantes y ancianos, restaurantes, hospitales, prisiones, etc.
El tamaño del inóculo de Salmonella requerido para causar enfermedad sintomática en adultos sanos no está bien establecido.
[15] Al ser estas bacterias muy poco resistentes a los medios ácidos, no sobreviven en el estómago.
Sin embargo, un pH estomacal artificialmente elevado, poco ácido, reduce enormemente el número de organismos necesario para provocar síntomas.
Los microorganismos que llegan hasta el intestino se topan con otras dos defensas: la rapidez del tránsito intestinal y la flora bacteriana normal.
[14][15] La fiebre tifoidea es otra de las enfermedades que pueden ocasionar las bacterias del género Salmonella.
Habitualmente esta enfermedad la provocan cepas de Salmonella enterica susp.
La comida que contenga huevos crudos debe ser cocinada adecuadamente antes de consumirla.
Son cuadros en los que la clínica sistémica predomina sobre la digestiva: sudor blanquecino (que suele ser el signo más precoz), cefalea, leucopenia sin eosinofilia, dolor abdominal, esplenomegalia y bradicardia relativa (según temperatura corporal).
Se debe a bacterias que penetran la mucosa intestinal intacta (por eso producen escasa clínica a nivel digestivo), alcanzan las placas de Peyer de la submucosa y ganglios linfáticos peridigestivos, y desde ahí pasan al torrente circulatorio, lo que da lugar al cuadro sistémico; a este grupo pertenece la Yersinia enterocolitica (que puede producir dolor en fosa ilíaca derecha y odinofagia), así como Salmonella typhi y para-typhi, que producen la fiebre tifoidea (en definitiva, un tipo de fiebre entérica como la descrita).
A pesar del tratamiento correcto, la tasa de recaídas en los sujetos inmunocompetentes llega al 10 %.
Además, la salmonela puede quedarse acantonada en el aparato digestivo, sobre todo en la vesícula biliar y más frecuentemente en mujeres con colelitiasis, así crea portadores crónicos que eliminan bacterias continuamente por las heces, lo que tiene gran transcendencia a nivel epidemiológico.