Los comanches eran cazadores-recolectores que adoptaron la cultura del caballo, llevada a las Américas por los españoles.[4] El término padouca, proveniente de la lengua siuana de los siux, utilizado en documentos ingleses y franceses de principios del siglo XVIII era desconocido para los españoles y parece que en realidad normalmente se refería a los kiowa-apache y no a los comanches, aunque la equivalencia es aceptada por algunos estudiosos.[5][6] Los comanches preferían llamarse los nʉmʉnʉʉ, que procede de la raíz nʉm ('ser humano'), y quiere decir 'el pueblo', 'la gente', o 'las personas'.[11] Establecidos entre los ríos South Platte y Yellowstone, amoldaron sus costumbres a la caza de bisontes y se convirtieron en cazadores nómadas que seguían los desplazamientos de las manadas a pie transportando sus pertenencias en los aparejos llamados travois, normalmente tirados por perros, y ya vivían en tipis, las ligeras cabañas cónicas hechas de piel.Este fue el factor que probablemente provocó una nueva migración de los shoshones y su división en dos grupos; el más grande se dirigió al norte, siguiendo a las manadas de bisontes más numerosas del valle del Yellowstone, y apareció en los registros históricos sobre 1730, cuando fueron localizados por comerciantes canadienses de pieles en guerra con los pies negros y los gros ventre.[15] Los españoles ya habían tenido contacto con los utes por lo menos desde 1675 y conocieron a los comanches por un nombre derivado del que ellos les dieron: kumantsi, 'enemigo' o 'adversario'.«Su situación siempre es más difícil de soportar que la de las mujeres patoka [comanche]», señalaba Victor Tixier, el viajero francés, refiriéndose a las mujeres prisioneras: «en la vivienda, tienen que realizar las tareas más desagradables».Si los esclavos varones no cualificados lograban salvarse de la muerte cuando los apresaban, tenían que hacer frente a una violencia y explotación rayana en la mutilación simbólica.Por sí solo, eso ya es una muestra de desprecio; además, se les obliga a entrenar caballos supuestamente indomables.La posesión de caballos y las nuevas tecnologías que habían adquirido permitieron a los comanches disputar el control del sur de las Grandes Llanuras, ocupadas por diversos grupos apaches que se habían sedentarizado en gran parte y se dedicaban a la agricultura en los lechos de los valles fluviales.[22] Sobre 1720 la guerra, centrada en la cuenca del río Arkansas, era ya generalizada y los apaches se vieron desplazados cada vez más al sur, a la vez que en el este sufrían la presión de los osages, los wichitas y los pawnees, que los aislaron del comercio con la Luisiana francesa.Estas cacerías eran tan efectivas que en una sola jornada podían abatir entre doscientos y trescientos animales, número suficiente para mantener a una gran ranchería durante más de un mes.[36] Esto representaba una amenaza de primer orden para los españoles, que se vieron atacados por comanches y utes armados con mosquetes franceses y flechas con punta de metal al tiempo que las restricciones comerciales desplazaban el negocio a los comerciantes franceses que, cada vez más a menudo, eran vistos realizando sus transacciones en la Comanchería y hasta en las proximidades de Taos.[39] Los comanches convocaron un gran consejo, dominado por dos jefes conocidos como Nimiricante y El Oso, que dio como resultado la firma del primer tratado de paz que firmaron los comanches con una potencia colonial europea.Con esta victoria los comanches alejaron definitivamente a los osages de las llanuras y su frontera común quedó establecida en una zona neutral, sobre el cauce medio de los ríos Arkansas, Cimarrón y Canadian, que ambas tribus evitaban y que seguía existiendo en la década de 1830 cuando llegaron allí las primeras tropas estadounidenses.[41] Por último se produjo la ruptura de la antigua asociación que comanches y utes mantenían desde medio siglo atrás.Después de que los españoles registraran algunas fricciones aisladas en 1735,[42] los primeros síntomas serios aparecieron en 1749 cuando una banda ute pidió apoyo a los españoles contra los comanches, y posteriormente cuando 1751 quedaron fuera del acuerdo de estos con Cachupín y firmaron uno propio al año siguiente.Mientras los utes se dirigieron contra su campamento, llevándose unos mil caballos y mulas además de trescientas mujeres, Del Portillo persiguió a los guerreros y, según su informe, mató a unos cuatrocientos.Contra esta alianza los comanches formaron una coalición con los taovayas, los tonkawas y los caddos hasinai, conocida por los españoles como la de los «norteños».Para establecer un punto fuerte avanzado, en 1757 se decidió la construcción de una misión y un presidio a orillas del río San Sabá, doscientos kilómetros al norte de San Antonio.[55] Los ataques continuaron en los años siguientes y llegaron tan al sur como a San Antonio y la cuenca del río Nueces, hasta que sobre 1767 todos los lipán ya se habían tenido que retirar incluso de los márgenes de las llanuras hacia la costa texana, el valle de río Grande y Coahuila, regiones donde se unieron a los apaches natagé.[62] Los comanches seguían comerciando además no solo con Nuevo México en Taos y con los mercaderes franceses, que ahora esquivaban las restricciones y controles de la Luisiana española, sino también con contrabandistas británicos que operaban a través de la frontera del río Misisipi con intermediarios taovayas, o bien con mandanes e hidatsas los procedentes de Canadá.Hacia el noroeste, atravesaron las montañas Rocosas y se internaron en territorio ute, posiblemente estimulados por la alianza que estos mantenían con los españoles.[66] En el sudoeste comenzaron a atacar a los apaches mescaleros en la zona del nacimiento del río Colorado y en puntos tan meridionales como Sierra Blanca o los montes Organ, en un movimiento que anticipaba futuras incursiones más profundas en el norte de México.[69][70] Los hasinai también se vieron relegados ante el auge de los caddos kodohadacho y cuando entre los territorios de ambas tribus se interpusieron nuevos emplazamientos wichitas que mantenían flujos comerciales vitales para los comanches.En consecuencia, a finales de la década los comanches ya habían conseguido establecer algunos asentamientos cerca del nacimiento del río Brazos, a ciento sesenta kilómetros de la Comanchería.[78] La unidad social más básica de la sociedad comanche era la nʉmʉnahkahnis, un grupo formado por una o varias familias extensas.Los paraibo no eran elegidos de una forma institucionalizada ni, salvo algunas pocas excepciones, conseguían su puesto por herencia,[80] sino que se esperaba que fueran escogidos gradualmente por sus méritos entre aquellos hombres que habían demostrado poseer la autoridad moral deseada en un jefe, destreza en la acción y acumulado suficientes propiedades para poder mostrarse generosos con la comunidad y con otros individuos concretos,[79] una cualidad esta última esencial entre los comanches.[84] Los comanches proceden de un grupo escindido del pueblo shoshone que se dirigió hacia las Grandes Llanuras a finales del siglo XVII, momento en el que su lengua comenzó a diferenciarse del idioma shoshone de aquellos que regresaron a la zona de la Gran Cuenca.Su ámbito jurisdiccional se encuentra en los condados de Comanche, Caddo, Cotton, Grady, Jefferson, Kiowa, Stephens y Tillman.
La «desposesión cartográfica». Pese a no estar reflejado en las demarcaciones fronterizas y de concesiones de tierras, gran parte del territorio pertenecía a los comanches. Mapa de
Texas
de
Stephen F. Austin
publicado por
H. S. Tanner
(1840).
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