[14][15] Nueva Delhi fue establecida al sur de la ciudad vieja, que fue construida por el emperador mogol Shah Jahan.
[22][23][24][25] Gran parte de la ciudad fue planeada y construida por Edwin Lutyens [26]y Herbert Baker,[27] los dos principales arquitectos británicos del siglo XX.
Las primeras referencias a una ciudad que podría ser Delhi se encuentran en la antigua epopeya india, el Mahabharata.
Los sucesivos gobernantes establecieron sus capitales en Delhi, dejando cada uno su huella en el paisaje de la ciudad y contribuyendo a su compleja historia.
Los mogoles, descendientes de Timur, establecieron un vasto imperio que abarcaba gran parte del subcontinente indio.
En las décadas transcurridas desde la independencia, Delhi se ha convertido en una metrópolis en expansión, un importante centro de comercio, educación y cultura.
Su historia continúa desarrollándose, mientras Delhi abraza su futuro al tiempo que valora su rico y polifacético pasado.
El territorio está situado entre la llanura Indo-Gangética y los montes Aravalis, la mayor parte en la orilla oeste del río Yamuna.
Las temperaturas son suaves en invierno aunque contrastadas entre el día y la noche al no haber apenas nubosidad.
Las temperaturas más altas se dan en los meses de primavera, al no haber apenas precipitaciones (abril, mayo y junio) superando casi todos los días los 37 °C pudiendo rozar los 45 °C.
La geología subyacente de Delhi se caracteriza principalmente por sedimentos cuaternarios y terciarios, que recubren un complejo basamento precámbrico.
Estas rocas rara vez están expuestas en la superficie en Delhi, pero se encuentran en profundidad en perforaciones y excavaciones.
Estas crestas, aunque no muy altas, proporcionan cierto relieve topográfico e influyen en los patrones de drenaje locales.
Sin embargo, en la región se han producido fallas y una actividad tectónica menor, lo que ha contribuido a la vulnerabilidad sísmica de la zona.
Las investigaciones geológicas también son importantes para gestionar los recursos hídricos subterráneos y mitigar los riesgos asociados a los peligros naturales.
Este pluralismo religioso contribuye significativamente al paisaje cultural de Delhi, configurando sus tradiciones, festivales y dinámica social.
Los principales festivales hindúes, como Diwali, Holi y Navratri, se celebran con gran entusiasmo en toda la ciudad.
Los musulmanes constituyen una importante minoría en Delhi, lo que contribuye a la diversidad cultural y culinaria de la ciudad.
Las tradiciones y festivales islámicos, como el Eid, son parte integrante del tejido cultural de Delhi.
Muchas organizaciones trabajan para fomentar el entendimiento y el respeto entre las distintas comunidades religiosas, contribuyendo así a la armonía social en la ciudad.
Las escuelas privadas, más frecuentes en las zonas urbanas, ofrecen planes de estudios variados y suelen atender a familias que buscan enfoques educativos específicos.
Aunque ofrecen tratamiento subvencionado o gratuito, la calidad de la atención puede variar, y el acceso a servicios especializados puede ser limitado.
Sin embargo, la sanidad privada suele ser más cara, lo que la hace menos accesible para las personas con medios económicos limitados.
Las enfermedades transmisibles, como el dengue, la malaria y la tuberculosis, siguen siendo prevalentes, sobre todo en zonas densamente pobladas con un saneamiento deficiente.
[59] Nueva Delhi, la capital de la India, es un importante destino turístico que atrae a visitantes por su rico patrimonio histórico, sus diversas atracciones culturales y su vibrante vida contemporánea.
La diversa población de la ciudad contribuye a crear un vibrante paisaje cultural, que se refleja en sus numerosos festivales, ceremonias religiosas y expresiones artísticas.
Los visitantes pueden explorar varios lugares religiosos, como templos, mezquitas, iglesias y gurudwaras, que representan el carácter multiconfesional de la ciudad.
Estos sitios no sólo sirven como lugares de culto, sino que también atraen a turistas interesados en explorar las tradiciones religiosas y los estilos arquitectónicos.
Los arquitectos posteriores a la independencia intentaron crear una identidad arquitectónica propia, inspirándose en la arquitectura tradicional india e incorporando materiales y técnicas modernos.
La Vieja Delhi, con sus estrechas callejuelas y sus tradicionales havelis (mansiones), ofrece una visión del pasado precolonial de la ciudad.