[3] Especialmente a la luz de las transformaciones sociales masivas necesarias para mitigar y adaptarse al cambio climático, las conversaciones contemporáneas sobre infraestructura se centran con frecuencia en el desarrollo sostenible y la infraestructura verde.
[4] La infraestructura dura se refiere a las redes físicas necesarias para el funcionamiento de una industria moderna.
La infraestructura blanda se refiere a todas las instituciones que mantienen el estándares económicos, salud, social, ambiental y cultural de un país.
Los diferentes componentes de la infraestructura de una sociedad pueden existir ya sea en el sector público o privado, dependiendo como son poseídos, administrados y regulados (compartido con el sector gubernamental/privado según sea la propiedad y la administración, según ocurre en algunos casos) La infraestructura puede ser física o social, con las dos categorías definidas así: Mientras los beneficios de la infraestructura física son claramente tangibles, los beneficios de la infraestructura social son a menudo intangibles.
El concepto de desarrollo basado en las infraestructuras, que combina las inversiones en infraestructuras a largo plazo por parte de los organismos gubernamentales a nivel central y regional con las asociaciones público-privadas, ha resultado ser muy popular entre los economistas de Asia (especialmente Singapur y China), Europa continental y América Latina.
La primera tiene que ver con industrias generalmente constituidas en redes como transportes, telecomunicaciones, puertos, energía, etc. y la segunda con escuelas, clínicas, espacio público.
Esta brecha de acceso a las infraestructuras impacta el desarrollo económico promoviendo disparidades intraregionales en los países.
Para los nontradables (caminos rurales, etc) la apreciación del tipo de cambio es débil.
Los pobres rurales ganan acceso a alimentos y algunos servicios, pero pierden ingresos de la producción.