Roca metamórfica

La importancia del calentamiento en la formación de rocas metamórficas fue observada por primera vez por el naturalista escocés pionero, James Hutton, quien a menudo se describe como el padre de la geología moderna.

Del mismo modo, la forsterita es estable en un amplio rango de presión y temperatura en el mármol, pero se convierte en piroxeno a presión y temperatura elevadas en rocas más ricas en silicatos que contienen plagioclasa, con el que reacciona químicamente la forsterita.

[6]​ Muchas reacciones complejas a alta temperatura pueden tener lugar entre minerales sin que se fundan, y cada conjunto de minerales producido nos proporciona una pista sobre las temperaturas y presiones en el momento del metamorfismo.

El fluido de los poros entre los granos minerales puede ser un medio importante a través del cual se intercambian los átomos.

Por ejemplo, la roca adyacente a un gran cuerpo magmático adquirirá nuevos elementos procedentes de las soluciones hidrotermales (agua caliente).

Entre los minerales que se forman por este proceso metamórfico encontramos la cianita, estaurolita, silimanita, andalucita y también granates.

Otros minerales, tales como olivino, piroxeno, anfíbol, cuarzo, feldespato y mica, pueden ser identificados en rocas metamórficas, pero no son necesariamente resultado del metamorfismo, ya que también se forman durante la cristalización de rocas ígneas.

Estos minerales tienen un punto de fusión muy elevado, por tanto, son estables a altas temperaturas y presiones.

No obstante, todos los minerales son estables a altas temperaturas hasta ciertos límites.

Cuarcita , una forma de roca metamórfica, de la colección del museo de la Universidad de Tartu .
Muestra de mano de basalto que muestra una textura de grano fino.
Anfibolita formada por metamorfismo de basalto.
Diagrama de presión-temperatura del metamorfismo.