Paul Henri Thiry d'Holbach

[1]​ Nació en Edesheim, cerca de Landau, en el Palatinado Renano, pero vivió y trabajó principalmente en París, donde mantuvo un salón literario.[8]​ Su pensamiento fue influyente en figuras como Jean-Paul Marat, Georges Danton, Marqués de Sade, Camille Desmoulins, Joseph Priestley, William Godwin, Percy Shelley, David Hume, Immanuel Kant y Karl Marx.Gracias a eso pudo educarse en las mejores escuelas del momento, matriculándose en la Universidad de Leiden (Países Bajos) en 1744.[9]​ D'Holbach permanecerá en Leiden hasta finales de 1748, momento en el que pone rumbo a París.El consternado D'Holbach se mudó entonces fuera de París durante un breve período con su amigo Frédéric-Melchior Grimm, y al año siguiente recibió una dispensación especial del papa para casarse con la hermana de su fallecida esposa, Charlotte-Suzanne d'Aine (1733–1814).[15]​ D'Holbach era conocido por su generosidad, proporcionando en muchas ocasiones apoyo financiero de forma discreta o anónima a sus amigos, entre ellos Diderot.Se piensa que el virtuoso ateo Wolmar, en la novela de Jean-Jacques Rousseau Julia, o la nueva Eloísa, está basado en D'Holbach.[nota 1]​ La autoría de sus variados trabajos antirreligiosos no fue ampliamente conocida hasta comienzos del siglo XIX.Además, afirmaba que la materia posee movimiento y hasta capacidad de pensamiento.Entre los asistentes regulares se podría citar a: Diderot, Grimm, Condillac, Condorcet, D'Alembert, Marmontel, Turgot, La Condamine, Raynal, Helvétius, Galiani, Morellet, Naigeon y, durante un tiempo, Jean-Jacques Rousseau.[20]​[21]​ André Morellet, un visitante regular del salón, lo describió así: En una historia frecuentemente narrada acerca de una discusión que había tenido lugar en el salón de D'Holbach, David Hume se había cuestionado si los ateos realmente existían, a lo que D'Holbach clarificó que Hume estaba sentado a la mesa con diecisiete ateos.D'Holbach fue ayudado en estos proyectos por Jacques-André Naigeon, que después se convertiría en su albacea literario.Negando la existencia de una deidad, y negándose a admitir como evidencia cualquier argumento a priori, D'Holbach veía el universo como nada más que materia en movimiento, guiada por las inexorables leyes naturales de causa y efecto.[26]​ Sistema de la naturaleza es un largo y extenso trabajo que presenta una detallada visión naturalista del mundo.[30]​ Los escritos explícitamente ateos y materialistas del Sistema de la naturaleza presentaban un núcleo de ideas radicales que muchos contemporáneos, tanto eclesiásticos como filósofos encontraban perturbador, lo que motivó una fuerte reacción.Voltaire cogió su pluma de forma apresurada para refutar la filosofía del Sistema en un artículo titulado «Dieu» («Dios») en su Dictionnaire philosophique, mientras que Federico el Grande también respondió al mismo.Sus posturas políticas y éticas se vieron influenciadas por el materialista británico Thomas Hobbes.Cualquier intento de abordarlo conlleva una reacción defensiva y, por tanto, una violencia que fractura el cuerpo social.Por tanto, estas reglas fundamentales deben ser respetadas, y este es el papel de cualquier moralidad.Para D'Holbach, la respuesta está en la necesidad de protección de la sociedad: Así, la moral busca permitir la vida en sociedad al permitir que todos busquen su propia felicidad, evitando la violencia entre miembros del cuerpo social garantizando los derechos fundamentales.[32]​ Los privilegios de la nobleza o del clero, así como la tiranía monárquica, son ataques directos contra los tres derechos naturales del hombre, y para D'Holbach son, por tanto, contrarios a toda moral razonable.[40]​ Expresó también la opinión de que los grupos religiosos debían ser organizaciones voluntarias sin ningún apoyo por parte del gobierno.[...] Música, danza, adorno, postura, a eso se suele limitar la educación de un joven».[41]​ La situación de las mujeres a las que se les niega la educación se ve agravada aún más por la pobreza: «¡A cuánto peligro la negligencia del gobierno y la falta de educación exponen a la hija del hombre común![41]​ D'Holbach conserva una visión bastante tradicional de la familia virtuosa, viviendo en fidelidad y ayuda mutua.Basándose en el estilo de la escritura, Will y Ariel Durant han opinado que el libro no fue escrito por Diderot, aunque pudo haber elaborado un bucólico pasaje dedicado a la naturaleza al final del libro.Cuando el Abbé presentó su obra ante el resto de asistentes, lo precedió con la lectura de su tratado en composición teatral, que los asistentes al salón consideraron tan absurdo que no podían evitar estar divertidos.Los allí presentes (Diderot, Marmontel, Grimm, Saint-Lambert y otros, felicitaron de forma efusiva al Abbé, lo que le alegró enormemente.[6]​ Según Marmontel, D'Holbach «había leído todo y nunca olvidaba cualquier cosa de interés».En Reino Unido, las posturas de D'Holbach influyeron a Joseph Priestley, William Godwin y Percy Bysshe Shelley.
Parte del certificado de nacimiento de D'Holbach.
Vista de la Ludwigstrasse en Edesheim. El lugar de nacimiento de Paul Henri Thiry d'Holbach se encontraba en el n.° 4. La imagen corresponde a una postal de 1940.
La casa de Franz Adam Holbach (o Adam François d'Holbach ) en Edesheim, Schloss Kupperwolf .
El castillo de Heeze , desde el año 1733 en posesión de François Adam d'Holbach. En 1735, se erigieron algunos edificios adicionales. Paul Henri Thiry heredó esta finca en 1750.
El castillo de Grand-Val; vista desde el parque.
Retrato del barón D'Holbach. Latour & Robinson (1835). En (E)mancipa-Ment, Cullera (Valencia).
Le christianisme dévoilé , 1766.
Système de la nature , 1770.
El barón de Holbach, retratado por Louis Carmontelle (1766).
Retrato de M. me Charlotte Suzanne d´Holbach, su segunda mujer. Pintura al óleo de Alexander Roslin (1718-1793).
Iglesia de Saint-Roch, vista frontal de la iglesia, en la que tanto D'Holbach como su amigo Denis Diderot fueron enterrados.