[1] En 1745, John Needham realizó un experimento: hirvió caldo de carne para destruir los organismos preexistentes y lo colocó en un recipiente que no estaba debidamente sellado, ya que según su teoría, se necesitaba aire para que esto se llevara a cabo.
Pero Needham argumentó que el aire era esencial para la vida, incluida la generación espontánea de microorganismos, y este había sido excluido en los experimentos de Lazzaro Spallanzani con quien tuvo una gran disputa.
En concreto, llegó a afirmar que Spallanzani destruía lo que él llamaba la «fuerza vegetativa» o «fuerza vital»; sin embargo, él volvió a abrir los recipientes donde supuestamente se había destruido dicha fuerza y observó a simple vista cómo seguían apareciendo los organismos.
En 1769, Lazzaro Spallanzani repitió el experimento de Needham pero tapando los recipientes fundiendo el vidrio y sellando las botellas herméticamente, evitando que aparecieran las colonias, lo que contradecía la teoría de la generación espontánea.
Pero Needham argumentó que el aire era esencial para la vida incluida la generación espontánea de microorganismos y este aire había sido excluido en los experimentos de Spallanzani, llegó a afirmar que Spallanzani destruía lo que él llamaba la "fuerza vegetativa o vital".