Su mayor éxito literario fue Les saisons (1770), un largo poema sobre la naturaleza y la vida campestre que le abrió las puertas de la Academia Francesa.
[1][2] En 1750, tras la muerte de su amante Émilie du Châtelet y su hija común recién nacida, Saint-Lambert abandonó la corte lorenesa de Estanislao I Leszczynski en Lunéville, donde había sido jefe de la guardia y se mudó a París.
En la casa de Jeanne-Françoise Quinault (1699–1783), Saint-Lambert conoció a Mme d'Épinay y por su intermedio a Rousseau, Frédéric-Melchior Grimm, Denis Diderot y Paul Henri Thiry d'Holbach.
Con la cuñada de Mme d’Épinay, Mme d’Houdetot, sostuvo una relación por muchos años y vivió con ella en una residencia rural cerca de París hasta su muerte en 1803.
Según Antoine-Alexandre Barbier, Saint-Lambert publicó en Nancy, cuando tuvo que ir allí por sus obligaciones militares, la primera obra crítica de la religión de d’Holbach, Le christianisme dévoilé.