Mehmed II

Murat parece haberse ocupado escasamente de ella o de Mehmed, y prefirió a su segundo hijo, Alaeddin Alí, cuya madre, la princesa turcomana Hatice Halime Hatun, era su esposa favorita.

Cuando Mehmed cumplió 3 años de edad, fue enviado a Amasya, en Anatolia, donde su medio hermano Ahmet servía como gobernador provincial.

Ahmed murió repentinamente en mayo de 1437, por lo que Mehmed fue nombrado para sucederle como gobernador, aunque solo tenía 5 años.

Al mismo tiempo, su medio hermano Alaeddin Ali, que tenía 7 años, fue nombrado gobernador de Manisa.

En este momento el papa Eugenio IV junto con Hunyadi había proclamado una nueva cruzada contra los turcos, lo cual hace ver que Murat quería que su hijo estuviera a su lado para hacer frente a la nueva amenaza.

Nombró a Mehmed como regente durante su ausencia, con el gran visir Çandarlı Halil Pasha como consejero del príncipe.

Murad, que entonces solo tenía 40 años, se dirigió al lugar donde quería retirarse, en Manisa, dejando a su hijo, que todavía no había cumplido los 13 años, las riendas del imperio, con Halil Pashá como gran visir.

El joven Mehmed dejaría a la princesa Sittişah Hatun en Edirne cuando conquistó Constantinopla.

Ese mismo año Murad II también tendría otro hijo llamado Küçük Ahmed con la princesa turcomana Hatice Halime Hatun de los Çandaroglu.

Su muerte se mantuvo en secreto hasta que su hijo Mehmed II pudiera ser llamado desde la provincia de Manisa.

Este llegaría quince días después e inmediatamente fue aclamado como sultán por el ejército, ciñéndose la espada de Osmán I Gazi ante la presencia de nobles turcos, el equivalente otomano a ser coronado.

Para evitar cualquier pretensión sucesoria que provocara una guerra civil dentro del Imperio otomano, Mehmed decide eliminar a su hermano menor Küçük Ahmed.

Construyó una fortaleza en el verano de 1452 a las orillas del Bósforo, llamada Rumeli Hisarı.

Tras inspeccionar la iglesia de Santa Sofía, ordenó que fuera convertida lo más pronto posible en una mezquita.

Los principados autónomos serbios que habían sido restablecidos en 1444 constituían un paso a través del cual penetraba la influencia húngara al corazón de los Balcanes otomanos.

La formidable ingeniería del castillo de Belgrado demostró ser inexpugnable para los ejércitos otomanos.

Tras destruir la flota del sultán, Hunyadi pudo transportar sus tropas y las provisiones a la ciudad.

Igualmente, el papa decidió organizar otra cruzada, pero el defensor de Belgrado, Juan Hunyadi, murió un mes más tarde por la plaga que se había diseminado por la ciudad, poniendo fin a los planes de una nueva cruzada.

Regresó a Edirne, donde organizó una gran festividad por la circuncisión de sus dos hijos Beyazit y Mustafa.

En 1459 el papa Pío II trató de organizar una nueva cruzada contra la amenaza otomana, pero nadie haría caso a su petición.

Mehmed, había sido informado de un complot para colocar a Francesco II Acciaioli una vez más en Atenas, para lo cual envió a Tebas al general Zağanos Pasha, el cual tras tomar la ciudad ejecutó al último duque de Atenas.

Mehmed tenía también la ambición de unificar Anatolia bajo su imperio, al igual que sus antecesores, y consiguió avanzar con ello con éxito.

Luego guerreó desde 1468 contra los Karamánidas y con ello también contra los Ak Koyunlu, a los que venció en la batalla de Otlukbeli en 1473, consiguiendo así solidificar y expandir aún más la presencia otomana sobre los otros estados turcos en Anatolia, lo que le dio luego también mano libre para continuar sus campañas en Europa.

Sin embargo, una vez tomadas, Mehmed II tomó como rehén al kan y sólo lo liberó bajo el juramento de reconocer al Imperio otomano como soberano suyo, aunque pudo mantener un alto grado de autonomía, mientras que los otomanos controlaban la costa del sur.

Castigó con la mayor severidad a quienes se resistieron a sus decretos y leyes, por lo que incluso sus contemporáneos otomanos lo consideraron excesivamente duro, y por otro lado nació así en su personalidad absolutamente autocrática la imagen clásica de un padishah (emperador) otomano.

Sin embargo, Mehmed todavía puede considerarse el más amplio, tolerante y librepensador de los sultanes otomanos.

Reunió a humanistas italianos y eruditos griegos en su corte, hizo que el brillante teólogo Gennadius II Scholarios fuese hecho patriarca y escribiera un credo de la fe cristiana para traducirlo también al turco.

Mehmed II.
Mehmed II entrando victorioso en la ciudad de Constantinopla , cuadro de Jean-Joseph Benjamin-Constant. Museo de los Agustinos , Toulouse .
Sitio de Belgrado , en el centro Mehmed II dirigiendo sus tropas.