Su territorio varió en tamaño durante sus 100 años de existencia, pero con el tiempo llegó a tomar prácticamente toda la península sur de Grecia, el Peloponeso, que fue llamada Morea en la Edad Media.
Pero el año 1259, el bizantino Miguel VIII Paleólogo lo derrotó y lo capturó en la batalla de Pelagonia.
Poco después, el emperador Miguel VIII Paleólogo recapturaba Constantinopla y declaraba restaurado el Imperio bizantino.
El emperador bizantino Juan VI Cantacuceno (1347-1355)[1] reorganizó políticamente la provincia bizantina y la constituyó como un despotado para que fuera gobernado por su hijo y sucesor Manuel Cantacuceno.
[2] Teodoro I Paleólogo,[3] un hermano menor del emperador Andrónico IV Paleólogo, se apoderó del despotado en 1383,[4] donde gobernó hasta 1407,[5] consolidando la hegemonía bizantina en la península y llevando a la destrucción al Principado de Acaya en 1432,[6] cuando cayó el último reducto del poder cruzado, la ciudad de Patrás.