Si bien los hechos se habían mencionado en otros materiales fílmicos previos,[3] la película destacó por ser la primera en hablar abiertamente del movimiento de 1968 en ese país y en centrar su trama en dicho episodio histórico[4] en una época con libertad de expresión limitada y en la que aún estaba censurado hablar del tema.
Los muchachos luego hablan de las injusticias del gobierno usando como ejemplo la ocupación militar la UNAM, tras lo cual algunos estudiantes se escondieron en el baño, y sus cuerpos fueron encontrados el día anterior, 1 de octubre.
Don Roque después vuelve al apartamento y le dice a Alicia que la luz no funciona.
Alicia empieza a coser algo, Carlos hace su tarea y don Roque intenta reparar un reloj.
Alicia se asoma por la ventana y ve que los estudiantes están siendo asesinados por el ejército.
Don Roque les pide que se alejen de la ventana y esconderse en su habitación.
Uno de ellos dice que estaba en el balcón del tercer piso del edificio, donde se estaba llevando a cabo el discurso, y dijo que personas armadas vestidas de civil gritaron «¡Aquí Batallón Olimpia!
Luis dice que él era del Poli, el Instituto Politécnico Nacional, y fue corriendo con la multitud cuando sintió dolor en su codo, después se dio cuenta de que le habían disparado y después perdió a su hermanita, quien también era de la misma escuela.
Los alumnos miran por la ventana perforada y no ven «nada más que sombras», es decir, los cadáveres tendidos en la plaza están siendo recogidos.
Ella dice que los padres de la muchacha estarían preocupados, pero la chica no lo cree así.
En el corto tiempo, algunos muchachos llaman a sus casas para asegurar sus familias que está bien.
Los estudiantes se esconden en el baño y uno le dice a Humberto que no abra.
Humberto le pregunta quiénes son, pero los agentes insisten en que la puerta se abra.
Humberto abre y los elementos del batallón actúan con dureza, apuntando sus armas a todo el mundo.
Él empieza a llorar y baja descalzo por las escaleras manchadas de sangre.
La producción corrió a cargo de Marijane Miller, Valentín Trujillo, Héctor Bonilla y la Cinematográfica Sol.
Robles envió el guion a Jorge Fons para que dirigiera la película.
[11] Dicho hecho, según el guionista Robles «no sólo ocurrió con una familia (...) sino con muchas, sobre todo del edificio Chihuahua.
La historia fue rechazada[19] por las autoridades diciendo llanamente «con el 2 de octubre no se metan, por favor, señores».
[11] Héctor Bonilla indicó que quienes participaban tenían el temor de ser encarcelados.
[23] Ya editada y posproducida fue enviada a RTC, donde la película permaneció "enlatada" seis meses.
[11] Bonilla sugirió hacer una exhibición en el Auditorio Justo Sierra de la UNAM y donde se repartieran copias gratuitas.
Otra donde la familia desayuna por la mañana y Jorge (Demián Bichir) dice «Mamá, cuando el ejército entró a Ciudad Universitaria unos se refugiaron en los baños.
[26] La realización y el estreno de la cinta supuso un hito en diversos aspectos, tanto por ser la primera crítica abierta contra la matanza de Tlatelolco,[30] como por suponer una renovación del cine mexicano que trataba una temática considerada intocable.
[34] Una versión de la película ya censurada fue estrenada el 17 de octubre de 1990 en una función premier en la Cineteca Nacional[35][36] y en los cines Variedades, Chapultepec, México, Futurama, Carrusel, Dolores del Río, Mitla, Insurgentes 2, Galaxia, Nacional, La Villa, Galerías 2, Emiliano Zapata, Pedro Infante, Vallejo 2000, Premier 1, Alamedas 1, Valle Dorado 2, Presidente 1, Cuautitlán Izcalli 1, Lago 2, Arco 2, Pedro Armendáriz, Polanco y Revolución.
[10] En algunas de las exhibiciones las personas gritaban consignas a favor del movimiento estudiantil y salían conmovidas.
En la época películas extranjeras recaudaban más del 70 por ciento del total de los ingresos, ya que eran exhibidas en cines que tenían mayor costos, denominados «plus», a los cuales no llegó Rojo amanecer.
La cinta elegida, finalmente, fue Cabeza de Vaca,[43] postulada por el funcionario Ignacio Durán Loera.
[55] Ha sido mencionada su pertenencia al nuevo cine latinoamericano, una corriente de innovación en la creatividad fílmica vivida también en México en los años 90, y por ende, influenciada por el neorrealismo italiano al mostrar como elemento central, un episodio dramático de la realidad.
Este mismo autor indicó que esta matanza fue, probablemente, la primera en México en contar con muchos testigos e incluso ser parcialmente filmada.