Aunque los asentamientos humanos en lo que ahora es el término municipal de Pinto se pierden en la noche de los tiempos, se desconoce quiénes fueron los fundadores del núcleo que dio origen a la villa.
En el citado lugar, siempre según la leyenda, enterraron los invasores, bajo una piedra circular marcada con una X, el arca, en cuyo interior depositaron los instrumentos que habían utilizado en sus mediciones.
Pinto se encuentra situado en un paisaje típico de la meseta castellana, aunque bastante degradado por la acción urbana y por su cercanía a la capital.
Las precipitaciones son escasas, recogiéndose aproximadamente 450 mm anuales, siendo las estaciones más lluviosas el otoño y la primavera.
Pinto se encuentra en una zona deprimida en contraste con el sistema Central por un lado, y el sistema Ibérico por el otro, ocupando la llamada cuenca de Madrid, en la que se han depositado sedimentos desde hace millones de años.
Por tanto los materiales que se pueden encontrar en Pinto y sus alrededores son todos sedimentarios, correspondientes al Mioceno, del Terciario.
Esta actividad hidrológica, aunque suave, también ha erosionado y transportado sedimentos, por lo que podemos encontrar materiales cuaternarios en estas zonas.
Esta capa es horizontal, y presenta un contacto discordante con la capa de arenas micáceas, margas blancas, grises y yesos laminares, la cual buza en dirección sureste, al igual que un nivel de yesos que aflora también en la zona del este.
Estas dos capas buzan en esa dirección porque existe un pliegue sinclinal que coincide con los límites del este de Pinto, y que se sitúa de norte a sur con una dirección hacia el noreste.
En el norte se encuentra una capa formada por yesos masivos, laminares, especulares y margas yesíferas, intercaladas también por los sedimentos cuaternarios del arroyo Culebro y la desembocadura del arroyo de los Prados en este.
Las rocas presentes en Pinto no tienen demasiado potencial económico, pero sí hay presencia abundante de yesos por toda la zona, que ha permitido la creación de una pequeña industria dedicada a su extracción para la construcción.
Durante el Mioceno inferior se depositaron materiales detríticos y yesos en la cuenca de Madrid.
Se debe tener en cuenta que la zona era una cuenca endorreica, es decir, estaba cerrada, y el agua y sus sedimentos permanecían en su mayoría sin desembocar en una red fluvial, formando un paisaje pantanoso en el que los materiales se acumulaban.
Contaba con proyectos como Punctum Millenium o el Espacio del Motor que son rechazados por gran parte de los pinteños.
En 1993, Penit fue condenado por el Tribunal Supremo por un delito de prevaricación y fue obligado a dimitir.
Gloria Razábal se convirtió en la primera mujer que accede a la alcaldía en la historia del municipio.
En 1995 el Partido Socialista Obrero Español, liderado por Antonio Fernández, ganó los nuevos comicios con un estrecho margen de 25 votos.
Además, estas elecciones supusieron la irrupción de UPyD en Pinto que consiguió dos concejales, al igual que el MIA, convirtiéndose así en las fuerzas políticas con representación en el Ayuntamiento, además de PP y PSOE.
El electorado castigó a Juntos por Pinto, encabezado por Reyes Maestre, e Izquierda Unida y su candidato Carlos Penit, que no consiguieron representación en el Ayuntamiento.
El socialista Juan Diego Ortiz fue investido con los votos a favor de PSOE, Unidas Pinto y Podemos.
El popular Salomón Aguado fue investido con los votos a favor de VOX y Pinto Avanza.
Sus instalaciones se encuentran en la biblioteca municipal Javier Lapeña, situada en el barrio de la Tenería.
Debido a la crisis económica y a la baja demanda de esta línea, fue clausurada por la Comunidad de Madrid, no descartándose su posible reapertura en el futuro si hubiera demanda para ello.
[10] En lo relativo a áreas de interés medioambiental están el parque regional del Sureste, la Cañada Real Galiana y Los Estragales.
Entre los deportistas vinculados a Pinto más importantes, destacan el ciclista Alberto Contador, nombrado hijo predilecto de la localidad en 2011, y la gimnasta rítmica Sandra Aguilar.