Es allí, en el mismo lugar, donde surge la veneración del Señor de Sumalao que llega hasta nuestros días.
Ritmos característicos del folclore como la copla, la vidala o la zamba, tienen en aquellos espacios su comienzo.
Acordeón, violín, guitarra, bombo, flauta y algún arpa eran los principales instrumentos utilizados a principios de siglo.
[5] Fiestas como éstas las que duraban más de un mes (durante la época del carnaval),[8] se convirtieron en grandes embalses de diversas corrientes musicales que, procedentes del Perú, Chile y el Alto Perú, ejercieron posteriormente una influencia directa y visible sobre todo el folklore argentino.
[9] Recibió sus primeras lecciones musicales de su madre y a los 16 años ya tocaba el piano.
[9] En 1901 por un doloroso e inesperado suceso crea la La López Pereyra, dando forma a la zamba salteña tal como hoy se la conoce, marcando una línea seguida por músicos y compositores que han perfilado esa rítmica y ese decir tan característico de Salta.
Previo al fallecimiento de Cresseri van surgiendo en el norte Argentino, y más precisamente en Salta, diferentes personalidades entre las que se destaca un gran anfitrión salteño: Guillermo “Pajarito” Velarde Mors.
Su casa, hoy convertida en el Museo Pajarito Velarde,[10] se tornó en un centro cultural por más de 30 años entre 1930 hasta 1966 cuando fallece.
Empiezan así a aparecer en el país diferentes promotores del folclore, siendo Salta la provincia que más se destaca con artistas como Eduardo Falú (1937), Los Chalchaleros (1948) y Los Fronterizos (1953) quienes tomaron la “Zamba” como caballito de batalla;[13] también Los de Salta (1958), Los Cantores del Alba (1958), Los Tucu Tucu (1959) , Hermanos Núñez (1965), Dúo Salteño (1967) quienes posteriormente darán impulso en la Argentina al <
Si bien, muchos artistas no salteños como Andrés Chazarreta, Atahualpa Yupanqui y Ariel Ramírez difundieron e impulsaron fuertemente el folcklore dentro del territorio argentino, fue en sus visitas por el noroeste donde aprendieron estos nuevos ritmos.
Fue allí donde Los Cantores del Alba junto a Carlos Abán dan origen al ritmo carpero, difundiéndose posteriormente.
Posteriormente la concurrencia se fue acrecentando con la presencia de otras personalidades; así llegaron Jaime Dávalos, Gustavo "Cuchi" Leguizamón, Villegas, Sato, Manuel J. Castilla, Hugo Aparicio, Diaza Bavio, entre otros.
[20] Primero fueron los obligados cocheros con sus largas noches, en la espera de un pasajero, quienes sin darse cuenta convocaron a los bohemios trasnochadores que, para matar las horas de insomnio, adoptaron el lugar como el rincón obligado para aguardar al nuevo día, cosechando sin proponérselos amigos circunstanciales que casi siempre allí se encontrarían.
Así se mezclaron cocheros, lustrabotas, médicos, empleados, changarines, abogados, comerciantes, empresarios, poetas, guitarreros y cantores espontáneos, inmiscuidos entre los que no tenían destino, cada uno viviendo “su noche de bohemia”, confundidos dueños y parroquianos en el convite de copas sin precios, que se invitaban para no ver partir al amigo narrador de anécdotas cautivantes y sin fin, historias increíbles y confesiones intimas, o al guitarrero de amplio repertorio, junto a voces talentosas, que no les hacía falta el acompañamiento musical para dejar florecer al dormido artista que tenían adentro, junto a poetas populares, que sin querer encontraban allí sus inspiraciones hasta el grito de don Balderrama a los trasnochados “muchachos váyanse es hora de abrir”.
Más adelante, uno de los que frecuentaban el local, en una servilleta, escribe unos versos dedicados al lugar y a sus dueños como agradecimiento a las atenciones recibidas; estos versos durmieron en un cuadro hasta que un talentoso músico le regaló su melodía.
Posteriormente, cantada por Mercedes Sosa, la zamba se hizo internacionalmente conocida; traducida a cinco idiomas hoy es interpretada por muchos folcloristas argentinos y latinoamericanos.
Es así que en la década de los 50, impulsando luego en la argentina el «boom del folclore», surgen en Salta artistas de gran talento, compositores, creadores e intérpretes notorios como: Los Chalchaleros, César Isella con Los Fronterizos, el compositor y pianista Gustavo "Cuchi" Leguizamón (1917-2000), Tomás Tutú Campos, Los de Salta, el cantautor Eduardo Falú, Payo Solá, Los Cantores del Alba, el escritor Manuel J. Castilla (1918-1980), Hermanos Núñez, el cantautor Daniel Toro, Ariel Petrocelli, compositor y bandoneonista Dino Saluzzi, el cantautor Chango Nieto, Hernán Figueroa Reyes, Las Voces de Orán, Dúo Salteño y Melania Pérez entre otros.
Durante el día las peñas ofrecen también actividades especiales como clases de baile donde aprender pasos básicos y tal vez por la noche animarse a bailar en alguna peña, aunque algún paisano local se encuentra siempre dispuesto a enseñar estas danzas.