Así es como surgen en el costumbrismo local productos artesanales como el quesillo, con características propias que lo distinguen.
En El Salvador es ingrediente principal para las pupusas, el platillo típico del país centroamericano.
Su consumo es uno de los predilectos por los mexicanos, gracias a su excelentes cualidades para ser fundido, por lo cual puede hacer acompañado con carnes y verduras recurrentemente se emplea en las tradicionales quesadillas, tlayudas y tortas.
Los habitantes se enfocan en labores de ganadería y agricultura, pero especialmente en la elaboración del quesillo.
Hoy este producto se ha popularizado por todo el país, es común encontrar al deleite culinario en una forma circular similar a la de una bola, pero en otros estados se puede hallar acomodado como un caracol.
En esa parte del mundo, se llama flan de huevo.
La receta del flan de huevo se remonta al siglo XIX.
En los hogares de Venezuela, se utiliza un molde tradicional llamado quesillera para preparar el quesillo.
Una vez seca va a un recipiente con agua tibia, se reposa varias horas hasta que el agua adquiere un color marrón oscuro, significando que el ácido del cuajo está listo para cortar la leche.
Luego se la comienza a estirar formando así cada unidad de quesillo, pesando hasta 500 g aproximadamente.