Su nombre original en alemán es bandonion, pero su castellanización en el Río de la Plata estableció la palabra "bandoneón" para denominar al instrumento en español.Se dice que su uso fue inicialmente como órgano portátil para ejecutar música religiosa; de ahí su sonido sacro y melancólico.También es popular en la Mesopotamia argentina por su utilización en el chamamé, particularmente en la provincia de Corrientes.El desarrollo y evolución del bandoneón son bastante desconocidos, pero se puede destacar como grandes colaboradores en el diseño del mismo a Carl Friedrich Uhlig (1830) y Carl Zimmermann (1849).El bandoneón utilizado en los dos países tangueros, Argentina y Uruguay, se conoce como Rheinische Tonlage 38/33.Por lo tanto, es necesario aprender la ubicación de 71 tonos abriendo el fuelle y otros 71 cerrándolo.El número 142 no se refiere a la cantidad de botones (que son solo 71 en los modelos utilizados en Uruguay y Argentina) sino al número de tonos que generan las lengüetas (free reeds).Hoy en día se pueden encontrar bandoneones subidos inclusive a 445 Hz, pero la afinación debe estar siempre en relación con la de aquellos instrumentos de afinación fija que toquen junto con él, como el piano.Retirando material (reduciendo su espesor) solo es posible dar toda la vuelta dos veces como máximo en cada voz: más allá de eso la lengüeta se debilita y se rompe con el uso normal.Se sabe gracias a documentos históricos, que el bandoneón era utilizado en buena parte como instrumento de acompañamiento armónico de canciones, arias y músicas folclóricas del sureste alemán.Músico, docente y comerciante de instrumentos musicales, Heinrich Band (1821-1860) contribuyó grandemente a la popularización, evolución y enseñanza del instrumento, legándole finalmente su nombre, y afianzándose como la primera figura clave en la historia del instrumento[6] Entre las más reconocidas fábricas de acordeón se encuentran las de la familia Arnold.Cuando Ernst Louis Arnold murió en 1910, su hijo mayor Hermann se hizo cargo de la empresa.Finalmente, en 1929, salió a la venta el primer bandoneón 142 de la marca "AA" (por Alfred Arnold), cuya excelencia ha sido reconocida desde entonces.Pero la República Democrática Alemana llevó prácticamente a la extinción al bandoneón, al expropiar en 1949 la fábrica de los Arnold, con el objeto de convertirla en una “fábrica del pueblo” (incorporándose en 1952 a la Klingenthaler Harmonikawerke).Paul Arnold logró huir en 1950 a la zona occidental y establecer su propia fábrica en Obertshausen, que duró hasta poco después de morir su titular.
Publicidad de la fábrica de bandoneones y concertinas Hugo Stark, Klingenthal, Alemania.
Publicidad del bandoneón "ELA" en la revista alemana "Gut Ton", 1932.
Vieja publicidad de la fábrica de bandoneones "Josef Wiesner" de Múnich, Alemania.
Publicidad de la fábrica de bandoneones, armonios y concertinas "Fidel Socin", Bolzano, Italia.
Portada de la revista alemana "Gut Ton" en 1932, la época de oro de fabricación de bandoneones en ese país.
Interior de un bandoneón.
Bandoneón alemán marca Cardenal, fabricado aproximadamente en 1920 por ELA para la empresa Hohner, abierto, curvado, mostrando el fuelle.
Otra vista del mismo bandoneón Cardenal.
Acordeón alemán marca «Doble A» (AA, por Alfred Arnold).