A los pocos años los Contursi se trasladaron al humilde barrio de San Cristóbal.
Trabajó como vendedor en una zapatería, donde tuvo como compañero a Pascual Carcavallo que con los años se convertiría en un conocido director de teatro y empresario teatral.
Algunas de esas obras fueron Hasta el San Martín no para, Con esta sí, Maldito cabaret, La milonga popular, Mi noche triste, La polca de la silla, Martineta y Carpincho, ¡Quién fuera millonario!, Pero hay una melena, ¡Atención al fogonazo!, Cabaret, tangos y anexos, La cumparsita, Percanta que me amuraste, ¡Qué lindo es estar metido¡, Caferata, Los distinguidos reos, Primavera rea, En el barrio de los tachos, ¡Porteño tenía que ser!, Un programa de cabaret, Vayan saliendo los guapos, ¡Qué calamidad!, Del tango al charleston.
Entre sus tangos se recuerda la letra, conocida por sus palabras iniciales Si supieras, que compuso junto con Enrique P. Maroni para La cumparsita, el tango humorístico La mina del Ford, de 1924 en colaboración con Fidel del Negro y Antonio Scatasso y Ventanita de arrabal compuesto en colaboración con Antonio Scatasso en 1927 para su sainete Caferata (proxeneta en lunfardo).
En París escribió en 1928 la última obra que se le conoce, el tango Bandoneón arrabalero con música de Juan Bautista Deambroggio apodado "Bachicha" en la que utiliza la figura de un bandoneón viejo y abandonado para hacer el paralelo con un hombre en igual situación.
En 1952 Lucas Demare dirigió la película Mi noche triste inspirada en su vida y en la letra de dicho tango.