De las tres la vidala es la más cercana a nuestro tiempo, tuvo su mayor desarrollo alrededor de 1800 y por eso se la considera el primer género folklórico, porque se constituye paralelamente a la creación del estado nación argentino.
Así como las otras especies del canto con caja, la vidala posee características musicales muy particulares y antiguas.
Con la llegada de la colonización española esas formas originarias se fueron perdiendo o transformando.
Los españoles logran, en muchos lugares, imponer su lengua y su religión generando así una criollización de estas especies.
Es así como en el noroeste argentino, con los ritos propiciatorios de la abundancia a la pachamama y la cosecha al algarroba, se festeja el carnaval.
Las escalas presentes en la vidala debido a su mezcla con lo europeo suelen ser tetrafónicas, pentatónicas, diatónicas o bimodales.
La vidala tiene un sustento armónico que las otras especies de canto con caja no poseen.