Partido Integrista

[1]​ Instaurado el liberalismo en España, durante la segunda mitad del siglo XIX se planteó la cuestión de la tesis y la hipótesis, que dividió a los católicos españoles hasta finales de siglo.Desde su posición, como su padre, continuó el antiguo conflicto con el diario carlista adversario, La Fé, que defendía un carlismo más templado y a cuyos seguidores tildaban los nocedalistas de heterodoxos y posibilistas.En ella advertía, como representante de Don Carlos, que dejara de atacarse tan efusivamente a los obispos que habían optado por apoyar al Partido Liberal-Conservador (como especialmente hacía El Siglo Futuro).[25]​ En la Manifestación de Burgos, firmada el 31 de julio por los periódicos expulsados, insistiendo en su legitimismo en la línea del agustinismo político, los nocedalistas afirmaban: Así nació el Partido Integrista, encabezado por Ramón Nocedal y justificado por el filósofo Juan Manuel Ortí y Lara, que defendió las posiciones católicas más intransigentes.El partido integrista, al igual que el carlista, se opuso al parlamentarismo y, según Ramón Nocedal, «no es [era] un partido como los demás, no aspiramos a ser ministros».[2]​ El integrismo fue descrito como «una suerte de fanatismo político, que no admitía coaliciones ni concesiones partidistas».[32]​ Carlistas y conservadores coincidieron en calificar a los integristas de jansenistas por usurpar la autoridad de la jerarquía eclesiástica, si bien habían sido precisamente los liberales quienes en el pasado habían asumido como propias las tesis del jansenismo por su enemistad con la Inquisición y las órdenes monásticas.[35]​ Al salir Ramón Nocedal elegido como diputado por Azpeitia en las elecciones de 1891, prometió obediencia y sumisión al poder constituido, tal como lo requería el derecho natural y lo exigía el papa como deber de los católicos.Juró asimismo la Constitución, pero lo hizo en estos términos: Los integristas fundaron su primer círculo en Madrid en 1892, con la presidencia del propio Nocedal.[38]​ Según «Eneas», del nocedalismo se rajaron tres o cuatro tendencias: Además, de acuerdo con este mismo autor, la mutilación integrista del lema «Dios, Patria y Rey», prescindiendo del tercer componente, habría servido a los bizkaitarras de Sabino Arana para prescindir también de la patria y decir «¡abajo España!» con la misma razón con que los integristas habían dicho «¡abajo Don Carlos!».La formación tuvo un importante bastión en la localidad guipuzcoana de Azpeitia, por cuyo distrito obtuvieron representación en el Congreso en numerosas ocasiones.[5]​ La reunificación entre integristas y carlistas se produjo especialmente gracias a Juan Olazábal, que, según Pérez de Olaguer, no pidió condición alguna.Sin embargo, según Eduardo Navarro Salvador, hacia 1914 solo circulaban ya en España nueve periódicos integristas,[54]​ siendo el más destacado de ellos El Siglo Futuro, que perduraría hasta la Segunda República, cuando se convertiría en órgano de la Comunión Tradicionalista.El integrismo basó su doctrina en la recusación de las libertades que forman la esencia del liberalismo.Otro destacado pensador integrista fue Juan Manuel Orti y Lara, quien también abandonaría sus filas.
Así se tratan ellos (1882), caricatura aparecida en el periódico satírico El Loro sobre la pelea entre los periódicos Rigoleto y El Siglo Futuro (a la izquierda) y El Cabecilla y La Fé (a la derecha).
Portada de un ejemplar de El liberalismo es pecado .
Manifestación de la Prensa tradicionalista (1888), documento fundacional del Partido Integrista conocido por la historiografía como el «manifiesto de Burgos».
Ramón Nocedal , fundador del Partido Integrista.
Miembros del Partido Integrista de Mallorca en la década de 1920.
Ejemplar del Syllabus de Pío IX .