La coalición, presidida por el anciano republicano Nicolás Salmerón, se había formado en mayo de 1906 como respuesta a la aprobación de la Ley de Jurisdicciones y en ella se habían integrado los republicanos (excepto el partido de Alejandro Lerroux), los catalanistas [la Lliga Regionalista, la Unió Catalanista y el Centre Nacionalista Republicà (CNC), un grupo escindido de la Lliga unos meses antes], y hasta los carlistas catalanes o el Partido Integrista.
[5]Sin embargo, los partidos que formaban parte de la coalición tenían intereses muy heterogéneos, lo que provocó no pocas fricciones; dentro de Solidaritat Catalana convivían los intereses de patronos y obreros, así como sectores conservadores y reformistas.
[6] La Lliga Regionalista empezó a verse sobrepasada por las iniciativas de los sectores izquierdistas y tanto Cambó como Prat de la Riba a empezaron temer que la Lliga perdiera su posición hegemónica dentro de la coalición.
[7] Otro factor importante de desestabilización fue que el Partido Republicano Radical de Alejandro Lerroux —diametralmente opuesto al catalanismo— no se había integrado en la coalición y, en cambio, mantuvo una postura claramente contraria a la coalición catalanista.
Sus partidarios, además, emprendieron actos violentos contra los dirigentes y los periódicos que apoyaban a la Solidaritat.