Sin estudios universitarios, pero muy culto, empezó a escribir en el diario ovetense El Nalón y estrenó en su ciudad natal a los veinte años, con gran éxito, su drama Amante y caballero, o Fernández de Córdoba El Gran Capitán (1843), estrenada en el Teatro Fontán, de Oviedo.
[2] Se incorporó a las filas del carlismo, siendo ministro de Don Carlos durante la tercera guerra carlista.
[2] Con el pseudónimo "Ovidio", colaboró en Madrid en El Siglo Futuro, siendo el primero en emplear la palabra mestizo para referirse a los católicos liberales.
Por desavenencias con Cándido Nocedal, abandonó aquel diario para fundar El Fénix,[3] desde el que defendió la Unión Católica.
[3] Fue vocal de la junta diocesana del Congreso antimasónico internacional.