José Selgas

Cuando el general Martínez Campos fue primer ministro, en plena Restauración, fue nombrado subsecretario suyo.[2]​ No obstante, según el diario tradicionalista El Siglo Futuro, el espíritu de sus obras literarias no era el de los liberales conservadores, a quienes, según este periódico, «maltrataba con evidente justicia y sin ninguna piedad».Canta con sensibilidad las flores, la inocencia, la hermosura de la Naturaleza, la religiosidad, la alegría sana y la tristeza resignada.Estos preceptos no suelen ser muy variados ni muy trascendentales: se fundan casi siempre en el episodio de unas flores enamoradas.Idénticas conclusiones y por los mismos procedimientos se extraen en El estío, pero la misión moralizadora se encomienda esta vez a abstracciones como el alba, las auras, la mañana y la tarde, etcétera, aunque todavía hay poemas a las flores, como "Las dos amapolas", "Los lirios azules", "La magnolia", "La sensitiva".
Monumento a José Selgas en el Jardín de Floridablanca de Murcia .