[2] En tres ocasiones fue incluido en la terna para ser elegido obispo, sin que Sardá aceptara el nombramiento.
Acabó separándose del integrismo en 1896 por diferencias de estrategia política con Nocedal y El Siglo Futuro, pues Sardá y Salvany propuso desde el Diario Catalán apoyar alianzas electorales locales con los conservadores alfonsinos.
[6][7] Se opuso a La Veu de Catalunya, al catalanismo político y a la Liga Regionalista porque, según Sardá, en su regionalismo hacían abstracción de la religión.
Su obra El liberalismo es pecado, de gran difusión nacional e internacional, sirvió como base doctrinal del tradicionalismo, suscitó apasionadas controversias y se publicaron numerosos libros y folletos en su contra, llegando a intervenir la Sagrada Congregación del Índice, que elogió a Sardá y Salvany y condenó la obra “El proceso del integrismo: refutación de los errores que contiene el opúsculo del Sr Sarda y Salvany “El liberalismo es pecado” (1885), del canónigo y deán de la catedral de Vich Celestino de Pazos Teijeira (natural de Corcubión, La Coruña), destinada a refutar los supuestos errores de aquella.
[14] En 1926 se dedicó a su memoria un libro conteniendo textos anecdóticos, biográficos y bibliográficos.