Actuó con éxito en Europa, Norteamérica y Japón, ocupando estas giras la mayor parte de su tiempo.
De este modo pudo enseñar a todos sus hijos una profesión a la que preveía futuro, y pronto fueron tres de ellos los que destacaron en las artes flamencas, Ramón, Pepe y Francisco.
[23] Tras grabar tres elepés con Hispavox en 1961, ambos hermanos se presentaron en 1962 al Concurso Internacional de Arte Flamenco de Jerez de la Frontera, donde Pepe ganó cantando por malagueñas, y a Paco, que era demasiado joven para participar, se le concedió el premio Javier Molina, creado ex profeso para él.
[25] A la vuelta participaron en la grabación de varios discos acompañando en el toque a Fosforito y El Lebrijano, y grabaron un disco como «Los Chiquitos de Algeciras», donde versionaban temas populares iberoamericanos.
[30] Estas actuaciones con artistas internacionales se complementaban con las que realizaba con su sexteto, más flamenco, formado por sus hermanos Pepe y Ramón, Jorge Pardo, Carles Benavent, Rubem Dantas y Manolo Soler.
[31] Abierto a nuevas músicas, fue abandonando el flamenco más académico con sus posteriores discos, Sólo quiero caminar (1981), en menor medida Siroco (1987) y principalmente con Zyryab (1990), disco en el que mejor se aprecia la fusión flamenco-jazz con el uso de teclados o pianos junto a los tradicionales instrumentos y la participación de artistas como Chick Corea o Manolo Sanlúcar.
[cita requerida] Otro de sus aportes al arte flamenco contemporáneo ha sido la inclusión del cajón.
Paco de Lucía intuyó y entendió, al conocer este instrumento peruano, que podía ser una solución a la permanente necesidad de percusión que requiere el flamenco, y lo añadió, en complicidad con Rubem Dantas, a los elementos percusivos utilizados en su sexteto de entonces, convirtiéndose el cajón desde ese momento y con el paso del tiempo en un instrumento imprescindible del arte flamenco contemporáneo y, luego, de otras corrientes musicales internacionales.
Hay mucha gente que no sabe de dónde es el cajón, y yo siempre lo estoy reivindicando.
Lo vi por primera vez en una fiesta en la embajada de España en Lima, donde estaba con Chabuca Granda.
Hasta entonces, usábamos los bongós y las congas, pero aquello era más caribeño, no sonaba a flamenco.
[36] Paco era un gran aficionado al fútbol, reconociendo ser seguidor del Real Madrid.
En edad temprana jugó en el Atlético Los Barrios, para más tarde exigir a la dirección de sus tours la organización de partidos entre su grupo y otros aficionados[37] Tuvo una breve aparición en la película rodada en Almería en 1971, Hannie Caulder, western protagonizado por Raquel Welch y dirigido por Burt Kennedy, dando vida a un guitarrista mexicano en la playa.
Posteriormente, De Lucía conoció en Cancún a la que luego fue su segunda esposa, la restauradora mexicana Gabriela Canseco Vallejo, hija del egiptólogo Jorge Canseco y la directora del Museo Nacional de las Culturas, María Engracia Vallejo.
Según diversas fuentes, jugaba en la playa con sus hijos cuando empezó a sentirse mal.
[46] Su cuerpo fue trasladado desde Cancún hasta Madrid el día 28 de febrero, haciendo escala en Newark, en un vuelo comercial.
[47] Durante las cinco horas que duró el velatorio, numerosas personalidades acudieron a presentar sus condolencias a la familia, entre ellos el entonces príncipe de Asturias, Felipe de Borbón, José Mercé, Vicente Amigo, Joaquín Cortés, Rosario Flores, Alejandro Sanz y Tomatito.
[50] Tras una misa, el cortejo se trasladó al cementerio Viejo, donde en un acto íntimo al que únicamente acudieron la familia y las personas más cercanas, muchos de ellos representantes del mundo flamenco como Pansequito, Paco Cepero, Cristina Hoyos, Capullo de Jerez o Raimundo Amador, se le dio sepultura en el patio de San José, en el que también reposan sus padres.
En 2018 se propone crear un centro de interpretación dedicado al artista, en su Algeciras natal.
En 2015 fue nominado a tres premios Goya al mejor documental, ganando uno de ellos.