[2] Uno de sus máximos exponentes fue el Dr. Manuel Corachán i Llort (hijo del prestigioso Dr. Manuel Corachán Garcia), que en 1936 ya practicaba regularmente estas intervenciones en Sant Pau y que murió durante la guerra civil española.
Esta información ayuda al neurólogo a determinar si el problema se halla en el sistema nervioso y su localización clínica.
La localización de la patología es la clave del proceso por el cual los neurólogos desarrollan sus diferentes diagnósticos.
Los neurólogos son responsables del diagnóstico, tratamiento y manejo de todas las condiciones mencionadas arriba.
Suelen tratar personas con enfermedades congénitas si la mayor parte de las manifestaciones son neurológicas.
Algunos neurólogos desarrollan un interés a subcampos en particular como las enfermedades cerebrovasculares, los trastornos del movimiento, epilepsia, cefaleas, neurología de la conducta y demencias, trastornos del sueño, control de dolor crónico, esclerosis múltiple o enfermedades neuromusculares.
Aunque los casos de accidente cerebrovascular (ACV) han sido tradicionalmente tratados por médicos internistas u hospitalarios, el surgimiento de neurología vascular y neurólogos intervencionistas han creado una demanda para especialistas en ACV.
Los trastornos del sueño generalmente son tratados en unidades multidisciplinares en las que participan neurólogos, neumólogos y psiquiatras.
En el año 2002, en una reseña del American Journal of Psychiatry, el profesor Joseph B. Martin, decano de Harvard Medical School y neurólogo de profesión, escribió que: «la división en dos categorías es arbitraria, a menudo influenciada por creencias más que por observaciones científicas verificables.
Las enfermedades neurológicas a menudo tienen manifestaciones psiquiátricas, como por ejemplo psicosis, depresión, manía y ansiedad.