Los sitios de afectación más frecuentes son: Fronto-temporal, fronto-parietal, cerebelar y occipital.
[6] La tríada patognomónica del absceso está constituida por cefalea, fiebre y déficit focal, pero solo aparece en 50% de los casos.
En caso de focos sinusales que afectan el lóbulo frontal, pueden producir hemiparesia.
Los abscesos óticos afectan al lóbulo temporal en 65% de los casos y producen disfasia o cuadrantanopsia homónima superior.
Los signos meníngeos (Kernig y Brudzinsky) hacen sospechar la ruptura del absceso al sistema ventricular.
Además, se puede dar terapia anticonvulsiva profiláctica y dexametasona intravenosa en pacientes con un edema considerable alrededor del absceso.