La Neurofarmacología es el estudio de como las drogas afectan la función celular en el sistema nerviosos, y los mecanismos neuronales en los que influye el comportamiento.La neurofarmacología conductual se enfoca en el estudio de como las drogas afectan el comportamiento humano (neuropsicofarmacología), incluyendo el estudio de cómo la dependencia y la adicción a las drogas afectan al cerebro humano.Ambos campos están estrechamente relacionados, ya que ambos se preocupan por las interacciones de los neurotransmisores, neuropéptidos, neurohormonas, neuromoduladores, enzimas, segundos mensajeros, cotransportadores, canales iónicos, y receptores de proteínas en el sistema nervioso central y en el sistema nervioso periférico.Estudiando estas interacciones, los investigadores están desarrollando drogas para tratar muchos desórdenes neurológicos, incluyendo dolor, enfermedades neurodegenerativas como la enfermedad de Parkinson y la enfermedad de Alzheimer, desórdenes psicológicos, adicción, entre otras.Estos dos principales acontecimientos históricos en la neurofarmacología permitió a los científicos no solo estudiar cómo la información es transmitida de una neurona a otra, también, permitió estudiar el cómo una neurona procesa esta información dentro de ella.Este artículo se enfocará tanto en la neurofarmacología conductual como en la molecular; los principales receptores, canales iónicos, y neurotransmisores manipulados por la acción de la droga y como personas con desórdenes neurológicos son beneficiados con la acción de la droga.Para entender los avances potenciales en medicina que la neurofarmacología puede traer, es importante entender como el comportamiento humano y los procesos del pensamiento son transferidos de neurona a neurona, y como los medicamentos pueden alterar las bases químicas de estos procesos.El primer tipo de receptores son los canales iónicos activados por ligando o LGICs (por sus siglas en inglés).[3] La neuropharmacología molecular involucra el estudio de las neuronas, sus interacciones neuroquímicas, y los receptores en ellas, con el propósito de desarrollar nuevos medicamentos o drogas que puedan tratar desórdenes neurológicos como dolor, enfermedades neurodegenerativas, y desórdenes psicológicos (también llamado en este caso neuropsicofarmacología).Un medicamento común, diazepam, actúa como un potenciador alostérico en este sitio de unión.[4] Otro receptor para GABA, conocido como GABAB, puede ser potenciado por una molécula llamada baclofen.El neurotransmisor de dopamina regula la transmisión sináptica al unir cinco GPCRs específicos.La imagen de la derecha como dopamina y serotinina están protegidas en esta área.Los efectos de comportamiento a causa del alcohol son principalmente producidos por su acción en el cerebro.La intoxicación es un resultado a corto plazo del alcohol presente en el cerebro que se le atribuye cambios en la comunicación neuronal.Investigadores han encontrado muchas áreas en el cerebro cuya función neuronal se ve afectada por la exposición crónica al alcohol.Dado que GABA, en la mayor parte, es un neurotransmisor inhibidor, un descenso en su cantidad resultará en un sentimiento de ansiedad.Hoy en día, la droga más comúnmente utilizada para combatir esta enfermedad es Ledopa o L-DOPA.