Milagro económico brasileño
Según Reinaldo Gonçalves, profesor de la UERJ y economista.Furnas formó uno de los mayores lagos artificiales del mundo que rodea a 34 ciudades y, lo que se conoce como "Mar de Minas Gerais".En energía eléctrica se alcanzó una tasa del 96 %, en la producción de petróleo crudo 75,5 %, y un 71 % para el refinado.[4] que dio inició a la dictadura de Castelo Branco, fue aprobado un primer Programa de Acción Económica del Gobierno - PAEG, con dos objetivos básicos: formular políticas conyunturales para combatir la inflación, así como acometer reformas estructurales Las principales ciudades brasileñas fueron ocupadas por soldados armados, tanques y coches militares.[cita requerida] Las asociaciones que apoyaban a Goulart fueron ocupadas por soldados, entre ellas los sindicatos y las sedes de partidos políticos.Algunos lo han comparado al Green Field Market, expresión inglesa para definir el crecimiento económico de gigantes como la República Popular China, en la que el crecimiento se basa en el hecho de que muchos nuevos sectores estén abriéndose paso a la vez, lo que posibilita un rápido y vertiginoso aumento de la actividad económica general.Incluso servicios públicos como la educación fueron restringidos y sufrieron una evidente reducción de la inversión estatal.Según Delfim, el desarrollo interno del mercado brasileño se ha de bastar para generar crecimiento.El Estado invirtió mucho en la industria pesada, siderurgia, petroquímica, construcción naval y generación de energía hidroeléctrica.Para eso, fue retomado el antiguo Proyecto Radam, cuyo objetivo no era sino mapear y monitorizar la vasta región amazónica.A pesar de haber alcanzado el equilibrio en las cuentas externas, la deuda nacional creció exponencialmente en ese período, lo que fue posible por el elevado grado de liquidez internacional.Brasil abusó de esa financiación para consolidar su crecimiento y aumentar sus reservas internacionales.Así, según esa teoría, si la renta nacional favorecía a los más pobres, el ahorro interno caería.El salario mínimo real siguió perdiendo peso, gracias a la situación de "pleno empleo"[cita requerida] que hubo en el período y la corrección monetaria del ahorro protegía de la inflación a la clase media y media alta -que tenían cuentas bancarias-, pero no a las clases bajas, que veían sus ingresos transferidos a las clases altas, aumentando la concentración de renta.La franja del 80% más pobre disminuyó su participación en el 8,7% en el período, y se quedó con el 36,8% de la renta.Parte de esa inmensa masa migratoria fue absorbida por la industria, la construcción civil, las industrias pesadas que no exigían estudios y, en menor número, por el comercio.La situación social y económica de ese contingente migratorio se agravó debido a la baja escolaridad media, que les impedía disputar mejores puestos en el mercado laboral, y a la estructura ineficiente de los servicios públicos.Las acciones se habían apreciado hasta en un 400% en el período y pocos percibieron la inminencia del crash.Caída que prosiguió hasta 1973, cuando la crisis económica mundial arrastró los capitales a sus respectivos feudos.